Capítulo 2: "Sobre el último maullido y las primeras palabras"

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Quince años era demasiado para la vida de un gato habían dicho muchos, cuando aún no sabían que mi vida duraría más lunas que las de su mismo imperio. Y cuanto más los necesitaba fue cuando me dieron la espalda. No podía decir que los odiaba porque mi amor por ellos seguiría durando por lo que al mundo le quedara de vida, pero sí podía decir que a pesar de amarlos lo más probable es que no los reconociera así se pararan delante mío en este momento.

La vida de un gato anciano en la calle era demasiado dura, correr soportando las gélidas noches de invierno sin abrigo y las abochornantes mañanas de verano sin agua eran solo el inicio de una vida infeliz. No sabía cuando su cuerpo había empezado a cambiar, pues en su memoria los recuerdos de amor eran más fuertes que los de aquella tortura diaria a la que se se sometía en su nueva vida. Un día simplemente mientras se arrastraba en busca de comida se dio cuenta que ya no sentía hambre, ya no había frío y ya no tenía miedo. Se intentó levantar, cosa que no lograba desde unos días antes porque habían roto sus piernas cuando intentó robar unos restos que estaban en la basura, y fuera de lo esperado lo logró. Sintió incómodas sus patas mientras permanecía en cuatro y con un poco de esfuerzo se levantó solo en dos, una nueva visión del mundo se presentó frente a él y pensó que la única respuesta debía ser que estaba muerto.

Creyó que había muerto por muchas semanas y aún no estaba seguro si es que eso hubiera sido mejor. La vida después de la muerte era extraña, los sonidos, los olores, no sabía si lo que sentía al despertarse cada día eran ganas de vivir o solo era un reflejo con el que esa muerte le forzaba a continuar.

Y así vago por mucho tiempo entre la tierra y una realidad que no comprendía, sin un objetivo.

Suponía que cientos de años habían pasado porque todo lo que alguna vez conoció ya no estaba. Escuchó de guerras, de invasiones, de que los hombres habían llegado a la luna y que se habían vuelto igual de inteligentes que cualquier deidad pero que en ese camino habían perfeccionado y masificado el arte de destruirse entre ellos mismo.

Sabía que habían pasado cientos de años porque su cola se había bifurcado, sus memorias de cuando era un cachorro habían desaparecido al igual que los gatos que había conocido y sobre todo lo sabía porque ya no escuchaba a los humanos hablar sobre espíritus y demonios, los habían olvidado, era momento de alejarse, de dejarse ir. Y siendo consciente de todos los años que habían pasado cargó sus recuerdos en un bolso y se encaminó a un monte mágico donde aún se soñaba con seres que iban más allá de lo conocido.

Ese día, en una mañana de otoño, un pétalo cayó sobre su nariz y a lo lejos pudo ver un paraíso rosado delante de él. Los árboles de sakura se extendían en todo lo que daba su vista y el canto de las aves llegó a sus oídos. El mundo viajaba tan rápido para un simple gato que cada vez era más fácil que sus sueños, deseos y memorias se fueran cayendo del bolso de sus recuerdos y quedaran desparramados en el suelo a medida que caminaba por la vida. Pero aún creía que algo permanecía en el fondo de su mente y su corazón. Pensó nuevamente en aquel amor que sintió con tanta fuerza por sus humanos, aquello a lo que aún quería considerara real, aquello que se había prometido nunca olvidar y aunque trato de convencerse de que los amaba con la vida, no pudo.

Si no había amado a sus humanos, ¿había amado a alguien? Si sus humanos no lo habían amado, ¿habría conocido el amor? Y si ya había perdido todos sus recuerdos, ¿siquiera había sido un gato alguna vez?

Se tomó la cabeza con dolor intentando pensar y en lugar de que su cabeza funcionara su pecho dio un brinco y le recordó que tenía un corazón. Un maullido resonó en sus oídos y aunque se volteó buscando que lo producía solo pudo pensar que tal vez había sido el mismo llamándose y volviéndose a la razón. El último maullido.

"Tal vez esta vida me ha sido dada con un motivo... Tal vez es para que conozca el amor." Susurró escuchando su propia voz por primera vez. Y volvió a ver el paraíso rosado que los pétalos le ofrecían. A su espalda creyó escuchar unas pisadas que se acercaban lentamente.

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Segundo cap!! Espero poder poner el último para el día blanco.

Como siempre para Moni, mi querida hermana del corazón <3

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⏰ Last updated: Mar 05, 2019 ⏰

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Recuerdos en noches de luna llenaWhere stories live. Discover now