[Cap. III] "Mi hermano"

1.2K 79 18
                                    


—tonto hermano —dijiste, alejándote unos centímetros. Me viste llorar. Hacía años no me veías llorar —¿por qué lloras?

—no lo sé... —quise sostenerte la mirada pero no pude.

—¿tienes miedo? —no emití sonido. No quería responderte pero quería que supieras la respuesta 

—¿a qué le temes? ¿te sientes culpable?

—no...

—soy sólo tuyo, Sasuke... estaré para ti siempre que lo desees —¿por qué puedes leer mis pensamientos y sentimientos...?

—basta... —abrí la puerta del auto —vamos.

Entramos al bar. Había muy poca gente. Era extraño estar en un lugar con tanta luz, aún me zumbaban los oídos. Nos sentamos y nos trajeron la carta.

—pide lo que quieras —dijiste, leyendo —yo pediré sólo un café, pero tú puedes pedir lo que quieras —tenía mucha hambre, me apetecía comer pastel. Me daba demasiada vergüenza pedírtelo, era muy infantil —estás tardándote demasiado. Eso quiere decir que ya has elegido pero no quieres decírmelo —yo tenía la vista baja puesta en la carta, pero tú me levantaste el rostro y me miraste con ternura —es normal si tienes mucha hambre. Por favor, Sasuke, así sea un pastel gigante, pide lo que te apetezca —odiaba que siempre supieras qué estaba pensando...

—pastel de frutillas con crema... —dije al fin.

—¿cuántas porciones? —dudé. Estaba muy hambriento, no sabía cuánto iba a comer —bien, pediremos el pastel entero.

—¿entero! —¿por qué eras tan dulce conmigo...?

—yo también comeré, ahora que lo has dicho me han dado ganas. —llamaste al mesero y le pediste dos cafés y el pastel. Te miró extrañado, éramos sólo dos. Al irse volví a bajar la mirada. No quería mirarte, tenía vergüenza y miedo. ¿Qué sucedería ahora? Si alguna vez te aburrías de mí no podrías escapar, vivías conmigo ¿y mamá y papá? ¿se darían cuenta? Si seguíamos haciendo esto alguna vez ocurriría en casa ¿y entonces? No podía tolerar tanta presión —Sasuke... no es necesario que ahora me hables al respecto, pero en algún momento deberás decirme qué te ocurre —no, no era necesario. Quería guardármelo para siempre —tengo una gran idea —dijiste mientras el mesero cortaba el pastel y nos servía una porción a cada uno —mañana es sábado —continuaste cuando estuvimos solos —podríamos ir a algún lugar tranquilo, a un parque o algo así —¿un parque! ¿pero en qué estabas pensando! ¿es que tú no entendías que eras mi hermano! Seguí comiendo en silencio, no quería que supieras que estaba molesto contigo —de esa forma quizá podamos hablar ¿no crees? —¿hablar de qué! ¡ya basta! —en casa de seguro estarás nervioso, así que mañana me tomaré el día para estar contigo ¿quieres? —me sonreíste ¡me sonreíste! ¿es divertido! ¿es que no lo entiendes! ¡todo fue una gran equivocación! —ya verás que la pasaremos de maravilla —acariciaste mi mano.

—¡BASTA! —me paré —¿no entiendes que eres mi hermano! —salí corriendo. Me quedé parado al lado de tu auto ¿por qué hacías eso! ¿es que estabas enamorado de mí! ¿ENAMORADO! ¡Soy tu hermano! ¿cómo podías planear tantas cosas con tanta normalidad! O es que quizá no te importaba en lo absoluto. Te oí cerca, no quería que te acercaras jamás. Te paraste frente a mí, yo sólo estaba quieto mirando el piso.

—súbete al auto —levantaste mi rostro para que pudiera verte —y mírame cuando te hablo —te subiste al auto, yo hice igual.


...*...


Llegamos a casa. Ninguno había sido capaz de hablar. Bajamos del auto y abriste la puerta. Estábamos a oscuras, esperé mientras colgabas tu abrigo en el genkan. De pronto me empujaste contra la pared

"Sensitive Pornograph"Where stories live. Discover now