Espera

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Los pasos sonaban, parecían decir algo al entrar, y ahí, de repente se encontraron, Souichi acababa de salir de la habitación, tal parecía el destino los arrojó al otro. Sus miradas se encontraron, Souichi lo miraba anhelante, Morinaga lo miro sorprendido y bajo la mirada decepcionado, aquel movimiento de Morinaga descolocó los sentidos de Souichi, lo hizo sentir mal, no vio emoción en su mirada y escuchar el tono de su voz tan solo lo confundió más

-Senpai, vamos a comer afuera

Su voz era amable, era tranquila, era amorosa, y se mostró preocupado, pero... Su mirada mostraba decepción y cansancio

-T-tu no has comido

-No Senpai, prefiero comer con usted, me gusta comer con usted, ¿le molesta?

-¿Por qué habría de molestarme?

-Bueno Senpai, salgamos entonces

-¿No estas cansado?

-Un poco, pero no hay comida aquí

-Puedo ir a comprar algo yo solo

-Si eso quiere Senpai

-No tardaré, tu ya has caminado bastante

Bastante rápido salio, sin preguntar que le apetencia comer, se le notaba nervioso, y realmente lo estaba, no sentía haber dicho algo malo, pero le dolía ver aquella actitud en Morinaga, salio, huyendo, corriendo, queriendo respirar al menos unos minutos.
Morinaga hizo lo mismo, dio un respiro pesado sentado en el sillón...

Un sonido molesto empezó a sonar en medio de sus sueños, al compás en que sus ojos eran cerrados, era su celular, justo al lado de una taza vacía, y de un cenicero lleno. Contesto desganado, era Hiroto, su leal amigo

-¿Ángel?

-No, Hiroto, justo ahora me siento como un ángel sin alas

-Vaya, vaya, ¿Por qué no me sorprende escuchar eso de ti?

-Te fui a buscar algunas veces, te veías ocupado

-Han sido buenos días, si que me he mantenido ocupado, deberías venir ahora que tengo tiempo

-¿Ahora?

-Si, o acaso estas ocupado

Esto último lo dijo con un tono pícaro, que hizo sentir un poco nostálgico a Morinaga

-...

-¿Ángel?

-Voy para allá Hiroto

-Bien, te espero ángel

La llamada finalizada, Morinaga viendo el celular.

Souichi pidiendo comida, tratando de recordar que le gustaba a su compañero, haciendo un esfuerzo por recordar lo que no le gusta, comprando unas cuantas cervezas, corriendo, apresurado, no queriendo dejar esperar a Morinaga, incluso animado, pensando en hablar con el, su corazón latiendo fuertemente, odiaria admitirlo, pero estaba ansioso por ver a Morinaga, por hablar con el y solucionar este problema que ahora se veía tan pequeño a sus ojos, quería verlo, y el que Morinaga dijera que quería comer con el, que le gustaba comer con el, le hizo pensar que Morinaga igual quería arreglar esto, le hizo sentir que todo fue ridículo, que nada tenia sentido, solo el, solo Morinaga tenia sentido, y si tenia que decirlo, le pediría disculpas con tal de arreglar esto, igual disfrutaba de su compañía, entonces su corazón aceleró, según el peligrosamente, puso la llave, y giro... Su sonrojo se desapareció, su corazón empezó a sonar más lento, su mirada buscaba con desesperación, su voz buscaba esperanza

-¿Morinaga?

Las luces apagadas, cerró la puerta y camino por la casa, buscó un poco apurado, con las bolsas aún en las manos, Morinaga no estaba, y le busco en medio de la oscuridad, se sentó con la bolsa frente a él.

Morinaga llegó con Hiroto, no había tanta gente como otros días, y se sentó delante de la barra

-¡Ángel! Benditos los ojos que te miran

-Hola Hiroto

-Pero mira nada más esa cara larga, ahora que sucedió

-Tal parece que Senpai Sigue creyendo que es chantaje

-¿Te parece?

-Me dijo que, que si no hubiera tomado eso quizá nada habría pasado, nada habría empezado

-¿eso?, eso es en parte verdad Ángel mio

-¿Ah?

-Solo habría que ver en que tono lo dijo tu amado Senpai

-¿En que tono? Que importa, Senpai solo lo hace por eso

-Lo dudo, te pidió que te quedarás

-Pero...

-Calla, ven acompáñame a la bodega, tengo que ordenar unas cosas, ahí platicamos

La bodega no tenía más que un montón de cajas, licores y licores, justo lo que Morinaga estaba buscando evitar, vio a su amigo ver en unas cajas cuidadosamente, anotando, inventariando todas las botellas

-Estoy seguro de que has exagerado todo

-Eso dices, no sabe lo que s amar a alguien como Senpai

-Debes tener más paciencia, tu propio hermano te lo ha dicho ¿no?

-Me lastima bastante que me niego 'eso'

-Oh!,  querido, tu quieres destrozar a ese pobre hombre

-¡Lo deseo!, tanto, lo amo, quiero besarlo y el me lo niega

-Vaya, pero es que no quiero creer que el sienta que aún es chantaje

-Lo hace, dijo que si no fuera por esa botella nada habría pasado

-Quizá sea verdad, te digo que es probable, pero no creo que el quisiera decir que se arrepentia o que se quejara, o incluso otra cosa peor

-¿Entonces?

-Quizá intentaba decir algo más, y solo te dejaba en claro como empezó todo, o probablemente trataba de explicarte que...

-Estas siendo en extremo positivo Hiroto

-Y tu negativo en extremo, mira los avances que han tenido

-Me siento estancado

-Mmm, no creo que eso sea culpa de él, querido Ángel

Morinaga se quedó en silencio, y observó a Hiroto agacharse para sacar una muy pequeña caja del fondo, tenía rostro confundido, y lo vio abrir la caja, sus ojos fueron de la confusión a la sorpresa y luego de nuevo a la confusión, se mordió un labio, y miro nervioso a Morinaga un par de veces, titubeó, y sus manos se notaron temblar

-Á-angel

-¿Que pasa Hiroto?

Hiroto levantó en sus manos la pequeña botella que había sacado de la caja, era verde, y tenia la tapa roja, estaba llena hasta el tope, Morinaga no comprendió hasta que Hiroto dijo

-Ángel mio, creo que el paquete nunca llegó a tus manos

Y ahí estaba, la botella que nunca fue entregada, entre dos hombres sumamente sorprendidos, Morinaga escondia una felicidad extraña, y Souichi dejo la comida a medias, fría, acostandose en la oscuridad, algo roto

La primera vezحيث تعيش القصص. اكتشف الآن