A new beginning

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Trabajar en una librería siempre había sido la combinación perfecta para Alex: hablaba poco, la pasaba muy bien y los propietarios lo alentaban a leer la gran cantidad de libros que tenían allí para pasar el rato. Amaba el olor de los libros antiguos, la forma en que se sentían y los mundos aparentemente incontables que sostenían entre sus portadas. Otra ventaja era que estaba al otro lado de la calle de su universidad, así que no perdía tiempo en ir y regresar.

Los dueños, Maggie y Tom, eran prácticamente un segundo par de padres para Alex, siempre preguntándole acerca de sus calificaciones, sus amigos y diciéndole que se tome una noche libre de vez en cuando para salir con sus compañeros. Alex amaba su trabajo, era casi todo lo que un joven inglés podía esperar.

El único problema era su desafortunada situación couchsurfing, cosa que lo había llevado a quedarse con su mejor amigo Matt y su novia Breana. Podía decir que estaba alargando su bienvenida, con Matt tirando de forma ocasional anuncios de apartamentos en alquiler en la ciudad. Nunca estaban dentro de presupuesto, Alex sabía que no podía pagar un apartamento cerca del centro con la paga de un guardalibros.

Era el final del semestre y Alex sabía que tenía que encontrar algo pronto. Vivir en el sofá de alguien puede ser muy tedioso hasta para el mejor de los amigos. Pero fue un día mientras trabajaba cuando todo cambiaría.

—Alex, ¿podrías ver si los anuncios están actualizados en la pizarra? —Preguntó Maggie y por un momento el nombrado pensó que su tono fue algo travieso.

—Claro —respondió con una sonrisa y caminó hacia el tablero de corcho en donde se colocaban carteles de perros perdidos, conciertos, eventos del campus y raras ofertas de trabajo.

Mientras los leía, descartando algunos más viejos, notó un ansiado anuncio. Uno en busca de un compañero de cuarto.

"Apartamento de 2 habitaciones y 2 baños en el centro de la ciudad, a 2 cuadras del campus y cerca de excelentes pubs . Buscando a alguien para dividir el alquiler. El único requisito es tener buenos discos para agregar a mi colección. Sin mascotas por favor c:"

La única otra cosa en el anuncio era un número, sin nombre o dirección. En este punto, Alex estaba lo suficientemente desesperado como para alquilar un armario, por lo que pensó que al menos podría llamar al número. Lo escribió en un trozo de papel e hizo una nota mental para llamar más tarde.

···✿···

Al día siguiente, mientras Alex se preparaba para abrir la librería, Maggie le preguntó:

—¿Llamaste al número del anuncio? Vi al joven que lo publicó, era bastante atractivo. —Lo dijo con toda naturalidad que Alex pudo sentir sus mejillas enrojecer.

Nunca les había revelado a sus jefes su orientación de manera apropiada ¿Por qué lo haría? No tenía nada que ver con los libros, ¿o sí? Por supuesto que le había dicho a su madre, quien con todo el amor que puede dar una madre solo le dijo: "Me alegro de que finalmente me lo hayas dicho". Cuando le contó a sus amigos, sus mejores amigos, solo pidieron una ronda de bebidas para celebrar. Tal vez, solo tal vez, el mismo Alex fue la última persona en darse cuenta de que no era completamente heterosexual. Amaba su nueva identidad, por una vez se sentía realmente como él mismo. Además, la bandera del orgullo bisexual tenía hermosos colores, por lo que no era demasiado difícil de adoptar. Sin embargo, aquello le dijo que la dulce señora Maggie sabía algo que él nunca había revelado. Después de todo, ella era mamá y las madres siempre parecían saberlo todo, aún si no soltabas una palabra.

Volviendo a la realidad respondió.

—Bueno, lo escribí pero lo he olvidado. ¿Puedo llamar desde aquí? Solo será un momento.

Guitar Strings and Bookends|Milex|TraducciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora