❄️ Fase D O S ❄️

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"Aún recuerdo el día en que me besaste por primera vez, debo decir que estaba mas que nerviosa, desde ahí, desde ese momento, sentí que no había otro lugar más perfecto para mi, que no existía otros labios que quisiera besar más que los tuyos.

Evoco tu recuerdo de una manera que incluso suele dar miedo, de igual forma me asusta a mi.

No se que pienses acerca de ello, pero quisiera saber si puedes volver...

No quería irme, pero no era nadie para quedarme. "

Un beso puede llegar a ser la perdición. Puede ser un comienzo, puede ser un final.

Besos que serán compartidos, robados o elegidos.

Besos inocentes, llenos de pasión o insípidos.

Un beso...
Dos besos...
Tres besos...
Un millón de besos...

Todos para él.
Todos para ella.

Un beso puede definir un comienzo, un final...

Inició como algo inocente, un juego de dos almas jóvenes.
Terminó como una pasión desenfrenada, una historia de amor.

Pero ¿En qué momento fue tan desenfrenada... Casi imposible de parar?

Se conocieron en una fiesta, después de la unión de la compañía Arrendelle-Haddock. Resultó que la hija de uno de los empresarios más prestigiosos de Disworks, no era nada egocéntrica, era amable, bondadosa, compartida.

Y llamó la atención de un joven mesero, que era el encargado de servir vino.

Su maquillaje tan natural, su peinado tan simple y sencillo, su sonrisa sincera, encantadora, sus ojos azules, brillantes y cautivadores. ¿Cómo podía ser tan sencilla, siendo hija de quién era?

Sonrió como tonto cuando ella sonrió, y rió con ella, a escondidas.

—Pero que tenemos aquí ¡Otro peón que ha caído por la realeza! —Un joven ojiverde le miraba altanero, con su cabellera castaña exageradamente peinada hacia atrás, con una elegancia tan falsa como la sonrisa que dejaba ver justo en ese momento —, ternurita —Con la misma sonrisa pedante, lo recorrió con la mirada descaradamente.

—Malditamente adorable, estos si que son buenos fijándose en algo que no es para ellos —Esta vez, la burla provenía de un rubio mucho más robusto que el castaño, de ojos color miel, tan vacíos como su propia alma.

—Discúlpenme, he de seguir con mi trabajo —Miro a ambos a los ojos, demostrándoles valentía, no lo aplastarían con simples burlas sin sentido, no harían que se sintiera menos.

—Tu trabajo es servirnos, y es lo que haces —Dijo el castaño con un tono severo, grotesco, mirándolo des aprobatoriamente.

—Sirvo el vino señor, no a usted —El rubio rió con desdén ante tal comentario —, así que si me disculpa, seguiré con mi trabajo —Reiteró dispuesto a marcharse, y con la cabeza en alto, dio unos pasos hacia adelante dándoles la espalda, retomando su tarea anterior.

—¡No te confundas! —De nuevo la voz del castaño resonó, esta vez, llamando la atención del resto, por lo que el rubio desapareció como el cobarde que era —. No eres más que un jodido hijo de perra que busca limosna de gente como nosotros —Extendió sus manos girando levemente, señalando alrededor, las personas murmuraban cosas, otros apartaban las miradas, pero el seguía dándole la espalda —, mirando idiotizado a las bellas damas que claramente, no puedes tener.

Giro sobre sus talones, y lo miro con seriedad —Perdone, pero yo solo hago mi trabajo, y éste no incluye dejarme humillar por personas como usted.

I know you love me #CLJelsa3 GANADORA 3ER LUGARWhere stories live. Discover now