Dedicado a: LauraFlechas
Espero te guste 😍
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Tony estaba muerto...
Completamente destruido
Las lágrimas en sus ojos eran demasiado para los que lo conocían,
¿De verdad?
¿El millonario egoísta llorando?
Esas cosas no pasan todos los días
Él no era la víctima, era el culpable.
Miraba fijamente al rubio sentado frente a él, tenía sus hermosos ojos azules llorosos y mirando el piso como sí en él se encontrará la respuesta.
-¿Sólo viniste a mirar hacia la nada?...-El tono de voz severo de Tony llenó la habitación, era perfecto para no llorar mientras lo veían.
-Tony... de verdad, no quiero hacer esto...-La voz de Steve, en cambio, sonaba temblorosa.
-¡Pero ya lo hiciste!...y al parecer no te dolió nada, ¿O si?-Tony estaba gritando, era más que obvio que estaba destrozado, que todo esto le dolía.
Pero, ¿Que había sucedido?, ¿Cómo fue que todo el amor que sentían se fue al carajo?
Fue exactamente desde el principio, cuando todo terminó.
Encontraron a Steve en el hielo, Tony se enteró mas rápido que todo S.H.I.E.L.D, después de todo, su padre había pasado casi toda su vida tratando de encontrarlo, ahora estaba ahí.
Cuando despertó, el castaño le dejó saber lo que había sucedido en la guerra y en los años que vinieron, lo que paso con Howard y la muerte de Peggy.
Se quedó algunos días en un viejo hotel en Nueva York, pero Tony no podía evitar pensar todas las noches antes de irse a dormir que ese lugar no era para él. Amablemente le ofreció una habitación en la torre que acababa de construir, la había ambientado de acuerdo a los años 40, en la pared se podían ver algunas de las pinturas que Steve había pintado en sus tiempos libres, un tocadiscos, música de Glenn Miller e incluso Bing Crosby. Un radio de los 40, con algunas mejoras de Tony, por supuesto, necesitaba por alguna razón que Rogers se sintiera en casa.
Quizá por que sabía lo que era no pertenecer a ningún lugar.
En cada misión, el gran Iron Man se preocupaba por la seguridad del soldado, sonará ridículo pero Jarvis tenía que darle una notificación cada diez segundos del estado de Steve.
Después vinieron los pocos momentos en los que Tony encontraba la paz y lo único que lo agobiaba era estar en su taller y terminar las mejoras en su traje o incluso en la torre, todos estaban en sus habitaciones, excepto Natasha quien se encontraba jugando vídeo juegos con Clint, Steve estaba recostado, pensando en lo que siempre pensaba: perdidas.
Una noche, cuando la tranquilidad de Steve estaba por los suelos y solo podía encontrar remedio destruyendo todo a su paso en la sala de entrenamiento, Tony decidió practicar un poco de su amado deporte llamado alcoholismo.
Se encontraba al pie de las escaleras, el rubio lo miró de regreso a su habitación.
-Tony, ¿Qué te sucede?...-Miró la botella vacía en el piso y rodó los ojos. Se acercó a un semiinconsciente castaño.-¿Cuantas veces sucederá esto?-La habitación de Tony estaba en primer piso así que la mas cercana era la suya, no le vio nada de malo a llevarlo y recostarlo en su cama, quitó sus zapatos y el saco que llevaba.
-Jarvis, ¿Hace cuanto comenzó a beber?-Preguntó visiblemente preocupado.
-A las seis de la tarde, Capitán, me pidió que no le informara a nadie, en especial a usted...-Steve bufó y miró enojado a Tony. Era obvio que no quería que lo regañara como siempre.
