3. La canción

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Las clases comenzaron de la mejor manera, todos sus profesores eran amables y muy dedicados a la enseñanza, excepto el señor LeBlanc y su eterno mal genio. No había mucho qué hacer por él de todos modos, así que Alejandro intentaba cumplir con todos los deberes para salir huyendo de esa clase. Aun así, solo bastaba con asistir a la materia de inglés para olvidar los malos tratos del señor LeBlanc, valía la pena esperar por ver a su profesor favorito.

Cuando llegó su clase tan anhelada, Adrien entró con su clásico andar elegante, sus pasos largos y lentos daban la apariencia de ser un modelo en pasarela. Por su constitución física no dudaba que pudiera serlo pues era delgado y un poco ancho de hombros. Caminó hacia su escritorio con ese porte tan varonil que lo caracterizaba, lo recorrió con la mirada antes de que el profesor le regalara una brillante sonrisa. Alejandro sonrió de vuelta al escuchar unos cuantos suspiros, a las chicas las traía vueltas locas, aunque era un desperdicio de tiempo porque Adrien era abiertamente gay.

—Con tan solo verlo me da frío —no pudo evitar el comentario al ver a Adrien tan ligero de ropa en un día particularmente frío donde inclusive los mismos alumnos llevaban amplias chaquetas.

—Es la ventaja de ser joven —el profesor guiñó un ojo y comenzó a rebuscar entre sus libros.

El profesor Ackerman tenía un estilo despreocupado muy bien cuidado, lucía muy bien en él tomando en cuenta de que ni siquiera llegaba a sus treintas. Ese día llevaba un pantalón de mezclilla entubado con una sencilla camisa blanca y un saco casual muy delgado en tono gris. Lo único que parecía protegerlo un poco del molesto clima era la gruesa bufanda enredada en su cuello y el gorro tejido colgando tras su cabeza.

Adrien eligió un libro y al enderezarse, sus ojos de un negro intenso se fijaron en la clase a la vez que una media sonrisa le daba un poco de luz a su piel ligeramente bronceada. Un mechón de cabello cobrizo resbaló por su cara y lo colocó de nuevo por debajo del gorro.

—Cuanta energía desborda mi clase el día de hoy —mencionó el profesor a los ruidosos alumnos que poco a poco se quedaron en silencio—, necesitaremos una actividad divertida para esta ocasión.

Esa era una de las características principales por las que apreciaba tanto a Adrien. Ese hombre de verdad se preocupaba por el aprendizaje de sus alumnos y a la vez, mantenía divertido el proceso de enseñanza. Su lema era: "una clase entretenida facilita el aprendizaje", por lo cual, siempre intentaba de cualquier forma mantener atentos a sus alumnos.

Nunca había conocido a un profesor con tan buena actitud y tan apasionado a su trabajo. Aunque siempre lo asociaba a la juventud de Adrien, lo que lo convertía en una mente fresca entre tantos vegetes amargados.

El profesor comenzó a caminar entre las filas de butacas hablando hacia la clase.

— ¿Qué les parece si eligen una canción en inglés, la transcriben a su libreta y la traducen? Esa misma melodía la cantarán frente al grupo el día de la primera evaluación y lo contaré como su participación oral.

La clase se dividió entre quejas en desacuerdo y otras más de emoción. Al final, el murmullo general se convirtió en un intercambio de conocimiento musical para la elección de la canción adecuada.

Alejandro se concentró en su celular para buscar su propio tema. Estaba tan enfrascado que no pudo evitar un pequeño sobresalto cuando una mano apretó su hombro mientras otra se apoyaba a un lado de su libreta. Al levantar la mirada se encontró con el rostro del profesor a pocos centímetros del suyo.

— ¿Sabes cuál vas a elegir? —Preguntó Adrien con un susurro grave, su cálido aliento le recorrió la piel de una manera satisfactoria que lo desbalanceó un poco.

—Estaba pensando en algo de Heavy Metal —respondió al pensar en el primer género que vino a su mente.

El profesor emitió una risa baja.

—Tu voz es suave y tienes un tono dulce, esas canciones no te quedan —opinó Adrien con una amplia sonrisa.

—Nunca me has escuchado cantar —respondió en el mismo tono bajo —, ¿tienes alguna sugerencia?

El profesor lo observaba con atención entrecerrando los ojos de manera graciosa. Era imposible mantenerse serio cuando la confianza fluía de manera natural entre ellos, por lo que terminaron riendo.

—Tienes razón —admitió Adrien palmeando su espalda—, nunca te he escuchado cantar, aunque podrías alcanzar tonos altos, por lo que me atrevería a decir que las canciones románticas te quedarían a la perfección.

Alejandro siguió riendo en respuesta.

—No creo ser capaz de mantenerme serio al cantar algo así.

Adrien se incorporó y se encogió de hombros.

—Confía en mí, sé lo que te sugiero.

El profesor se giró para continuar su camino entre los asientos. Intentó seguir con su búsqueda de la canción perfecta, sin embargo, su visión periférica percibió la insistente mirada de Hilal.

— ¿Qué? —Preguntó sintiéndose incómodo al mirarlo.

—Al parecer ya tienes un mejor amigo nuevo —reclamó Hilal agachando la mirada a su libreta.

No pudo evitar sonreír de manera burlona. Desde que Hilal se había dado cuenta de que no era el único amigo en su vida absorbiendo toda su atención, sus escenas de celos eran más constantes.

—Siempre serás mi persona favorita —aseguró acariciando esa ridícula cabellera despeinada.

—Como sea —masculló él sin mirarlo y escribiendo en su libreta.

Vio las notas de su amigo donde ya tenía unos cuantos párrafos escritos, al parecer ya había encontrado su canción. Aunque conociéndolo, seguramente había acudido a Renato para que le ayudara a conseguir la ideal y así aprobar el primer examen.

— ¿Tu chico fantástico ya te dijo qué canción presentar? —Preguntó burlón dándole un codazo a su sonrojado amigo.

—Sí —refunfuñó Hilal— y seré el mejor de la clase, así que prepárate para cuando te gane en la primera calificación.

Alejandro sonrió sintiéndose malévolo pues Hilal no tenía ni idea de lo que estaba enfrentando. Por su pequeña arrogancia, decidió esperar hasta el día del examen para ver la derrota ensombrecer la mirada de su fanfarrón amigo. 

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Espero que les vaya gustando Adrien ❤️ nos vemos el viernes para otro capítulo ❤️

Enloqueciendo por mi profesor de inglésDonde viven las historias. Descúbrelo ahora