Giant Baby 🍫 YugBam

🍫 Chocolate 🍫

JaeBum y Jackson miraban expectantes a BamBam. Habían estado esperando ansiosos la hora del receso, donde BamBam les contaría algo "muy serio".

  — ¿Y bien? — habló Jackson, impaciente.

  — Bueno … es que … es algo extraño.

  — ¿Más extraño que cuando te resbalaste y caíste con la cara en el retrete en quinto grado?

  — Gracias por el recuerdo, JaeBum. — dijo BamBam, sarcástico. — Esto en verdad es serio. ¡¡He enloquecido!!

Jackson y JB intercambiaron miradas.

  — Tiene algo que ver con YuGyeom. ¿Cierto?

BamBam asintió y Jackson le dio un golpe a la mesa. El tailandés miró confundido a JB, quien le extendía su mano al chino, éste puso en ella un billete.

  — ¿Qué hacen?

  — Apostamos algo el viernes.

  — ¿Qué cosa?

  — Que algo pasaría en el fin de semana con YuGyeom. Fue estúpido de tu parte lanzarte a las garritas del nene, era obvio que no saldrías ileso. — dijo JB, guardando su nuevo billete en su bolsillo. — ¿Y bien?

BamBam se encogió de hombros.

  — No sé, me siento raro. — murmuró. — Es un niño.

  — ¿Y tú qué eres? — ironizó JaeBum. — Cuando tengas 16, él ya tendrá 14. Cuando tengas 20, el 18. La diferencia, la cual es muy poca, se irá haciendo menos visible con los años.

  — Lo que siente por mí debe ser algún tipo de admiración o cariño, no amor como él dice.

  — Eso es exactamente lo que te pasa a ti con Mark hyung.

BamBam se quedó sin palabras.

  — ¿Qué? N- no … claro que no, Mark hyung me gusta.

  — No es cierto.

  — ¿Cómo lo sabes? — BamBam comenzaba a enojarse.

JB alzó una ceja.

  — No hablas de él todo el día.

  — Tus ojos no brillan cuando lo mencionas.

  — Tampoco te sonrojas.

  — A Mark hyung no le pones apodos lindos.

  — Ni le compras "sorpresas".

  — No sonríes cuando llegas a mencionarlo.

  — Y tampoco corres del salón de clases en cuanto suena la campana para ir a verlo.

BamBam bufó con fuerza.

  — ¿¡Con YuGyeom sí hago eso o cuál es su punto!?

  — Justo ese es nuestro punto. — JB se encogió de hombros. — Con YuGyeom sí haces eso.

  — Y más.

BamBam se dejó caer en la mesa, avergonzado.

  — Eres el único que no se ha dado cuenta.

  — ¿Te imaginas que YuGyeom ya se haya dado cuenta y por eso es tan persistente?

BamBam aguantó la respiración.

No, YuGyeom no era tan perspicaz.

BamBam esperaba que no lo fuera.

  — Ya deja de darle vueltas al asunto. ¡Mejor convence a YuGyeom para que ingrese aquí!