Parte 59

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Después de casi una hora tenía todo listo, bocadillos, postres y cosas para beber, puse un mantel suave de color vino para poder sentarnos en el suelo. 

Fui corriendo hasta el invernadero que habíamos descubierto, corría lo más rápido que podía para que no se hiciera tarde... aunque en realidad iba con quince minutos de anticipación, al llegar instalé todo y de un segundo a otro las plantas comenzaron a tener su color fosforesente habitual, daban una gran paz al lugar. Saqué todo lo que había traído y lo acomodé, quedó como lo había estado soñando.

Después de arreglar un poco quedaban unos segundos antes de que Jace llegara y cuando me di cuenta escuché que alguien entraba, vi a Jace tan guapo como siempre, buscaba por todos lados y cuando me vió sus ojos se iluminaron, de nuevo vi ese resplandor dorado intenso como en pocas veces. 

Jace: te ves preciosa nena- se acercó, me abrazo y me dió un beso.

___: tú no te ves nada mal cariño.-le dije acariciando su cabello rubio- Te preparé algo, quería que tuvieramos una cita normal, sin tener que matar demonios por un segundo. Realmente nos hace falta pasar tiempo juntos...de cierta manera romántica. 

Jace: es perfecto _____ y te agradezco que te tomaras el tiempo para prepararlo.

___: no es nada, anda ven vamos a sentarnos.

Nos sentamos juntos y comenzamos a comer, todo pasó entre risas y mimos, besos, caricias y un ambiente romántico que pasó muy natural. Las horas pasaban y pasaban sin que nosotros nos preocuparamos, el hecho de que fuera un día tranquilo de actividad demoniaca lo hacía más relajado. Cuando terminamos de comer regresamos todo a la canasta y nos acurrucamos debajo de uno de los árboles que habían dentro, la espalda de Jace estaba recargada sobre el tronco que estaba detrás de él, yo había puesto mi cabeza en sus piernas viendo hacia el techo del lugar, las luces de las plantas más altas me dañaba un poco así que cerré los ojos y deje escapar un suspiro, esto es realmente lindo. Poco después comencé a sentir un leve masaje en mi cabeza y caricias en mi cabello, cuan largo era, poco a poco enmarcaba cada parte de mi cara, mis ojos, mi nariz, mis labios y todo lo demás.

Jace: ¿en qué piensas cariño?

___: en lo bien que se siente esto, me refiero al ambiente y claro a las caricias jaja, se que nuestro deber como Shadowhunters es cuidar de los mundanos pero momentos así... de verdad los disfruto.

Jace: lo se, es lindo, aunque después de pasar toda tu vida cazando demonios es complicado disfrutar de momentos así con la gente que amas. 

___: pues ahora podemos disfrutar de ves en cuando de este tipo de cosas cariño- 

Poco a poco y sin despegar mi mirada de la suya me acerque a su cara y roce nuestros labios, aún sin dejar de verlo, vi ese brillo dorado intenso y unimos nuestros labios finalmente en un beso. Lo único que se escuchaba eran nuestras respiraciones pausadas, al compás del beso. Su mano estaba acunando mi cabeza y mi cuello, acariciaba con su pulgar mi mentón y se sentía realmente bien. Mi mano estaba en su nuca acariciando su rubio cabello. 

Un minuto después nos separamos, tomamos un poco de aire y nos vimos a los ojos nuevamente. Solo fueron unos segundos, segundos en los que nuestros ojos dijeron un poema entero, impregnado de deseo y ansia. Volvimos a besarnos pero esta vez con más ansia, ansia de nosotros mismos, de nuestros cuerpos. Rápidamente las cosas iban aumentando, el ritmo del beso, nuestras respiraciones, las caricias, los latidos.

Mis manos viajaban de su nuca a su torso marcado aún sobre su camiseta, sus manos pasaban de mi cuello a mi espalda baja, incitandome a más, se sentía tan bien. Deseo recorría mi cuerpo y sabía que el de Jace también.

La forma de las caricias tomaba rumbos más peligrosos, mis manos iban debajo de su camiseta y hacia su pantalón, solo como una insinuación sin respuesta, tentandolo. Sus toques iban debajo de mi suéter tocando mi vientre y subiendo al límite de mi brasier, por mis costados dándome escalofríos inquietantes y hasta el límite de mi falda, bajaba hacia mis piernas cubiertas por la red de mis medias acariciaba detrás de mis rodillas haciéndome suspirar, subiendo poco a poco por la parte interna de mis piernas hasta el límite de mi falda, todo era una invitación a más, sin respuesta, pero tentando el camino que en realidad queríamos recorrer.

Aún sin cortar ese beso profundo, me senté a horcajadas sobre él, quien sin reproches me ayudó a acomodarme a cada lado de sus piernas, con mis dedos jalaba un poco de su cabello, cada vez más escuchándolo suspirar contra el beso que manteníamos, sus manos bajaron más y comenzaron a tocar mi trasero sobre mi falda, los roces comenzaron a aparecer y ninguno de los dos quería parar, eso era seguro. Pero aún no había nada más, ninguno había querido hablar. Hasta que Jace de un segundo a otro me cortó el beso.

Jace: tranquila hermosa, no quiero que hagas esto por presión o si no te sientes segura no haremos nada más que esto.

___: ¿Quién dijo que no quiero? Eres con quién quiero estar Jace. Conozco tu larga lista de chicas pero eso no me importa, siempre y cuando yo sea la única en este momento.- besaba su cuello, intercalando mi lengua con los besos.- quiero estar contigo Jace

Jace: y yo quiero estar contigo nena, pero no vamos a tener sexo

___: bueno... ¿Entonces? ¿Vamos a parar?

Jace: yo no dije que parariamos- con un ágil movimiento me dejó acostada sobre el mantel y comenzó a besar mi cuello así como lo había hecho yo anteriormente- solo dije que no tendríamos sexo.-paró de besarme y me miró a los ojos- yo quiero hacer el amor contigo _____ Blackwood.

No lo esperaba realmente pero eso fue lo mejor que me ha dicho. Y bueno con esas palabras volvimos a besarnos, pero todo tenía un significado diferente en este momento. Los besos eran más calmados pero sin perder esa intensidad, las caricias eran lentas, juguetonas pero sobre todo calidas, no era el momento lo que nos hacía dejarnos llevar como hace unos segundos, éramos nosotros manejandonos con los sentimientos.

Las chicas decían que su primera vez era lo más romántico, doloroso e incómodo que habían compartido con una persona. Yo no le vi lo especial a mi primera vez... Pero con Jace era como repetir ese momento pero sin la incomodidad ni el dolor. Todo había sido muy intenso, muy mágico y cálido. 

Pasadas unas horas nos encontrábamos acostados en el mantel ambos desnudos aún. Yo estaba recostada con mi cabeza sobre su pecho viendo la , ahora tenue, luz de las plantas. Ambos sabíamos que era tarde, seguramente de madrugada. El silencio era lo que reinaba en este lugar aunque nada incómodo o fuera de lugar. Jace aún acariciaba mi espalda en toda su extensión, sin pasar esa línea que estaba implícita en este momento. Yo sin pensarlo en un segundo estaba de nuevo sobre él.

___: te amo Jace- deje un beso en su nariz

Jace: también te amo _____, quiero que lo creas por favor.

___: lo hago- un pinchazo dentro de mi cabeza apareció un segundo pero así como llegó se esfumó. 

Pasamos la noche en el invernadero platicando, riendo, acariciandonos y finalmente durmiendo. 

Hola chicas y chicos. No hay pretextos para justificarme más que la pereza. No había escrito nada por floja pero ahora regrese y tengo escrito otro capítulo más.

Lamento si esperaban una escena hot o para mayores de 18 jajaja. Mi historia lo se basa en sexo así que rara la vez habrá alguna escena así en las demás temporadas. El tema debía ser romántico con un toque nostálgico. Sí lo logré díganme jajaja. Pero bueno espero hayan disfrutado del capítulo.

Los amo, espero ustedes a mí y a mi novela.

Nunca sere ella ║║ Jace Herondale y Tú ➀Where stories live. Discover now