006.

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Dos semanas habían pasado desde su ruptura. Específicamente, habían pasado diecisiete días desde su ruptura. Jeongin intentaba ver a Hyunjin en cada oportunidad que se le daba, pero también evitaba tenerlo cerca; porque no podía olvidar la frase que soltó aquel día en el baño, y no tenía idea de cómo se suponía que Hyunjin planeaba arruinar su reputación pero tampoco tenía muchas ansias de averiguarlo.

Junto a la entrada del instituto se encontraba Minho, que en cuanto lo vio le dio un abrazo fuerte que de alguna forma sorprendió a Jeongin y lo hizo sonreír. Algo había sucedido con Minho, definitivamente.

—Jeonginnie. —Minho tarareó el nombre de su amigo.

—Minho-hyung. —El menor le respondió en el mismo tono en que fue llamado, riendo levemente.

—Me alegra verte, ¿sabías que te quiero? —Prosiguió el contrario con las actitudes extrañas y entonces besó su cabeza, causando un cortocircuito dentro de Jeongin.

Yang definitivamente no supo cómo reaccionar ante aquella muestra tan repentina de afecto y lo único que pudo soltar fue una risilla nerviosa, estaban siendo observados por todo aquel que estuviera en la entrada —como era costumbre cada vez que Jeongin llegaba, desde que había terminado con Hwang— y no quería seguir participando en los chismes del lugar. Pero ya era imposible, todos los habían visto y ya se hacían audibles las charlas.

¿Vieron eso?

Yo lo vi. Jeongin y Minho...

—¡Se los dije! Eunha, dame mi dinero.

¿Por qué dejar a Hyunjin por Lee Minho...?

Jeongin nuevamente se sentía observado y juzgado, estaba desarrollando una paranoia y aquello lo volvía loco. Si al menos pudieran hablar en voz baja tal vez él no sabría que hablaban de él, pero aquellas chicas no sabían bajar el tono de voz y cualquier cotilleo se escuchaba desde un aula hasta la otra. El pelirrojo se estremeció cuando, luego de correr sin previo aviso hasta su aula, Minho lo alcanzó y tocó su hombro.

—¿Todo en orden?

—¿Por qué has hecho eso? —Reclamó sin más el de ojos brillantes, quizá por las lágrimas que amenazantes danzaban anunciando que en cualquier momento caerían

—Y-yo lo siento, no pensé q-que...

—Vete.

A ambos les sorprendió el tono de voz que utilizó el menor. Al instante se retractó de decirlo, ya que Minho era el único amigo que le quedaba.

—¿Q-qué?

Sin embargo, lo repitió una vez más.

—He dicho vete.

Y su amigo siguió la orden del menor, y se retiró.

breakup ❦ hyuninWhere stories live. Discover now