Tu mundo esta al borde de la aniquilación, por criaturas que solo saldrían de tus peores pesadillas, tu como miembro de una de las ultimas flotas conocidas intentaban llevar a los sobrevivientes a los confines mas lejanos para escapar de la destruc...
Habiendo advertido a los demás sobre que no se acercaran al Caído, salte desde el Coliseo y empecé a caer rápidamente, el suelo se acercaba cada vez más hasta que solo estaba a unos 80 metros del piso, en eso una nave apareció junto a mi, era él Sabré que estaba siendo controlado remotamente por Penny, entonces cree glifos en mis pies para cambiar mi dirección hacia la nave.
Nero: (Cayendo en la nave) Justo a tiempo Penny.
Penny: Lo siento, no estoy acostumbrada a controlar 2 cuerpos a la vez, no el lo mismo que con mis armas.
Nero: Llévanos hacia ese gigante y ataca a todas esas cosas que salen del portal, pero no te acerques demasiado.
Nero: "Vaya, esta es la mayor recompensa hasta ahora........... eso significa que esto va a ser más difícil de lo que pensé".
Penny: Ya estamos llegando...... pero parece haber problemas en tierra.
Me asomé para ver a qué se refería Penny y ahí fue cuando note que los robots de Atlas se habían salido de control y empezaron a atacar a los civiles, lo bueno es que no consideraban a los Caídos como Grimm por lo que también los atacaban a ellos. Después note como algunos edificios empezaron a caerse debido a un terremoto, así que observe a la Montaña Glenn y vi como el Wyvern Dragon surgía desde abajo de la tierra y empezó a volar hacia aquí pero evitando el ir en dirección hacia los Caídos.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Nero: Aqui me bajo Penny, cuida mi nave, es sabido que a los monstruos gigantes les gusta destruir vehículos caros.(saltando)
Penny: Suerte Nero.
Después de saltar del Sabré, aterrice sobre una tienda casi a las afueras de Vale, podía ver que el Caído gigante se dirigía hacia la ciudad seguido por varios otros cientos de nivel bajo, pero aquel por el que vengo ya había llegado y estaba caminando por las calles como si le perteneciera.
