31| ¡Te odio! (reescrito)

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31| ¡Te odio!

***


Las manos me sudan, el cuerpo me tiembla y tengo muchas ganas de vomitar pese a que apenas he comido nada desde que Blake me dejó en casa. Eso hace unas cuatro horas. En el coche volviendo del Crosswell no hemos hablado casi nada después de lo ocurrido en la clase de español con el nuevo estudiante; solo espero que se haya creído de verdad la mentira que le he dado en el baño.

Dejo atrás los pensamientos al mismo tiempo que cierro el grifo.

Ni siquiera recuerdo porqué lo tenía encendido...Creo que porque nada más llegar, me encerré en el baño de mi cuarto a llorar de nuevo. 

Miro mi reflejo por quinta vez consecutiva y cuán al fin estoy más relajada, bajo a la cocina. Mi abuela me sonríe y hago el esfuerzo por imitar su sonrisa, intentando que parezca real.

—¿Quieres comer, cielo? —me pregunta al verme quieta en la puerta mirando la nevera.

—No abuela. No tengo hambre.

—Crystal, llevas cuatro horas sin comer, vas a enfermar —entristecida, me mira.

—Tranquila, abuela.

—¿Te ocurre algo cariño?

—No, ¿Por qué preguntas? —Hago un movimiento de tropiezo cuando me muevo del sitio.

Esta niega sin dejar de escanearme como si no me creyera.

Cambio de tema lo más rápido posible:

—Voy a... —Señalo detrás con el pulgar —...A tocar un poco el piano. Quiero distraerme un poco. Demasiados exámenes ya a la vuelta de la esquina.

Miento.

—Vale, cielo. Yo iré ahora a por Daniel a la extraescolar.

¡Ah, sí! 

Hace unos días que mi hermano empezó una extraescolar de dibujo junto a su amigo Matt. Todavía no le he preguntado cómo le va en las clases. Asiento y me marcho ya. Mi padre tampoco está en casa, pues se encuentra trabajando. Mi madre igual, pero en estados unidos. Se supone que no tendría que volver a la empresa está de estado unidos hasta febrero, pero le ha surgido un caso importante y se fue esta mañana, aunque volvía en una semana. Creo.

Entro y cierro la puerta tras de mí; voy rápido al instrumento y levanto la tapa.

Toco los primeros acordes de una canción sin letra: música clásica.

Segundos después, —inconscientemente—, empiezo a tocar y cantar la canción que compuse cuando pasó lo de Logan; la hice para desahogarme y me sorprendo que aun siga recordándola. Nadie sabe de ella, ni Emily siquiera.

Lo gracioso (o estúpido) es que exactamente el titulo era: Logan.

Paro de tocar de inmediato. No termino la canción y las lágrimas ya empiezan a hacer acto de presencia en mis ojos. Aprieto estos con fuerza intentando no pensar en nada. La notificación de un mensaje me llega en ese momento, regresándome a la realidad.

Es virginia. Lo leo:

Virginia (madre de Logan): ¿Podemos quedar en Central Park?

No sé porque ni cuando lo escribo, pero sin darme cuenta ya estoy enviando una respuesta aceptando para vernos. Es la primera vez que nos vemos después de dos años.

Fingiendo ser... ¿Novios? |Versión 2023Where stories live. Discover now