iii. even if there is...

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I CHOOSE YOU TO FILL MY VOID !
capítulo tres: incluso si hay...

I CHOOSE YOU TO FILL MY VOID !capítulo tres: incluso si hay

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Washington DC, Theodore Roosevelt Island. Triskelion, primary headquarters for S.H.I.E.L.D. United States. 16 de marzo, 9:15 am.

Hera.

No tener amigas me jodía demasiado.

En ese preciso momento lo hacía. Ni siquiera estaba Yaco para escucharme decirle que estaba en un Quinjet de SHIELD esperando al capitán América para perdernos en la frontera de Brasil y Perú (ojalá literalmente).

Necesitaba decírselo a alguien. Decirlo en voz alta ayudaría a créemelo de verdad. Que me encontraba en la cabina del piloto esperándolo. Hecha un manojo de ansiedad mientras programaba las coordenadas para activar el piloto automático si así lo necesitaba.

No quería necesitarlo. Veía más viable pilotar todo el camino para tener en frente el azul del cielo en vez del azul de sus ojos me aceleraban el ritmo del corazón.

El Capitán entró al Quinjet con su escudo bien asegurado en la espalda. Su traje típico con una estrella en el pecho se veía más serio de lo que recordaba desde la batalla de New York en las noticias. El azul era más oscurecido y el blanco fue sustituido por un plata opaco. Hasta se me hizo difícil distinguir que su escudo tenía algo de color y conservaba la misma estrella en medio.

Se le ajustaba de tal manera que tuve que luchar por no verlo más de lo necesario. Me mordí los labios y carraspeé adaptando la formalidad que se exigía. ¿Me preocupaba dar la talla? Sí, me era imposible no compararme con el equipo que luchó a su lado en New York hace dos años.

Patético.

─Es hora ─Claudicó y asentí una vez, manipulando los controles holograficos de la pantalla para que cerrar la rampa.

Oficialmente estábamos solos.

─Probando canal número 5─Solicité presionando el botón de transmisión en el pingadillo que me dió Rollins.

Aquel era el canal seguro en dónde me solo me comunicaría con el capitán.

─Canal 5 asegurado ─Contestó, envidié la tranquilad con la que podía hablar, yo no sabía cómo sentirme al respecto.

─Canal número 7 asegurado, Capitana Riley ─Notificó Rumlow desde otro lado de la línea a través de los comunicadores del Quinjer ─. Despegue autorizado, capitanes.

El Quinjet se elevó por los aires. A velocidad medianamente moderada pero sin dejar de ser más veloz que un jet corriente. Activé la función de invisibilidad cuando alcanzamos altura. Lo último que salió de mi boca fue la estimación del tiempo para llegar hacia nuestro destino.

Desde ese momento, me rehusé a soltar los controles de pilotaje.

Hubiera sido así todas las horas de viaje, pero mi mano no dejaba de pasearse por las correas de mi chaleco antibalas.

𝒏𝒚𝒎𝒑𝒉,   steve rogersWhere stories live. Discover now