IX. Quione.

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-Wow!- dije- eres Quione la diosa de la nieve! Wow!

Debo admitir algo, desde que descubrí mis orígenes he investigado demasiado, los mitos, la historia, todo, para mi Quione es una de las mejores diosas... aunque claro la muy desgraciada es malvada... debo recordarlo la próxima vez que vea a algún ser que admire.

Ella sonrió un poco, lo cual no le hacia muy bien, su rostro se desfiguraba un poco.

-Interesante... -dijo ella.

Quione caminó lentamente hacia nosotros, Percy y Kalani tenían sus armas listas, yo seguía en mi momento de fangirl y no había reaccionado.

-Sabes? la ultima vez que supe de ti, Piper te había matado- añadió Percy casualmente.

-Soy una diosa, Perseo, no puedo morir, ya deberías saberlo.

-Seré yo quien te mate, de una vez y para siempre! -dijo Kalani.

Kalani se lanzó contra ella pero la diosa simplemente levito sobre nosotros un poco.

-Patético intento... debí matarte hace tantos años.

-No lo hizo tu maldición que te hace pensar que lo lograras ahora.

-Lo que realmente quiero saber... -dijo Percy interponiéndose entre ambas- es el por que sigues relacionada con Lycaon... creí que su amistad era por la madre tierra... solo eso.

-Deberías tener cuidado Perseo... ella sigue despertando... supongo que deseas perder otro amigo...

Percy le dio una mirada de odio y se lanzo sobre ella con la espada lista, ella solo desapareció en una nube de nieve.

-Como sea... espero disfruten mis regalos a lo largo del camino. -dijo ella muy cerca de mi.

Como siempre comprendí las cosas un poco tarde, me voltee con mi tridente listo, pero Quione me incrusto una especie de cuchillo en el abdomen, sentí el frió expandirse por mi cuerpo, mire hacia abajo y el hielo empezaba a expandirse poco a poco. Escuché a Percy y Kalani gritar, mientras me desplomaba.

Como es costumbre soñé... Estaba en la cueva, Lycaon observaba todo desde la entrada, Henry estaba despierto, semi sentado, su rostro demacrado, lastimado y él estaba mirándome... Esperen... Henry me miraba...

-Effie!!! Por los dioses!!! No creí poder comunicarme contigo... No vengas! Es una trampa quédate donde estés... debes estar a salvo.

Luego de eso el sueño se desvaneció, tome una gran bocanada de aire y me tope de frente con Percy.

-Por los dioses! Despertaste!

Sentí un frió horripilante, lo sentía en mis huesos era como si no quisiera irse de allí.

-Dime que no pasaron otros cuantos días.-le dije

-Pues...

-No... no... solo dime que aún hay tiempo.

-Hay tiempo, quizá no tanto como queríamos... pero lo hay. -dijo Percy con voz tranquila.

Respire profundo.

-Cuantos días?

-Dos- dijo Kalani mientras llegaba con algo de leña.

-Han encontrado alguna cueva? -pregunté por curiosidad

-Entre cuidarte a ti, alejar a los lobos, descansar y vigilar... No no hemos tenido tiempo.-dio Kalani de mal humor

Por algún motivo escuchar a Kalani reclamarme me causo un poco de ira y simplemente estalle.

-Cual es tu maldito problema!? Yo no te pedí que vinieras!

Todo mi estrés por Henry, por mi propia vida estaba estallando, mi actitud fuerte y decidida estaba viniéndose abajo.

Sentí como la tierra a mi alrededor empezaba a temblar podía sentir los mínimos movimientos de la tierra. Antes de darme cuenta de algo más mi tridente estaba listo para atacar a Kalani, ella también tenia su daga fuera, Percy nos miraba preocupado.

-Okay chicas! Ya basta!

Hice un pequeño movimiento de mano para apartar a Percy pero este salio volando, como si una fuerza invisible lo hubiese lanzado, grite y lance mi primer ataque contra Kalani, ella lo esquivo por poco, ella arremetió contra mi.

Escuchaba a Percy quejarse, pero seguía enojada con mi hermana, así que seguí atacándola, ella esquivaba y atacaba luego de un tiempo una muralla de agua se formo entre nosotras.

-Dije BASTA! -dijo Percy controlando el agua. -Están dementes! Que acaso no ven que eso es justamente lo que ellos quieren!

Respiraba entre cortado pues estaba algo agotada, baje mi arma y la guarde.

-Por los dioses! -dijo Percy bajando la barrera.

Kalani me dio una mirada de odio.

-Si no pueden comportarse prefiero rescatar a Henry yo solo! La próxima vez que hagan algo así de estúpido ambas se largan! -dijo Percy furioso.

Mire a mi alrededor, había hielo al lado de Kalani, claro por su maldición, a mi lado en cambio el suelo estaba agrietado, en ese momento recordé sentir el mínimo movimiento de la tierra, luego como Percy salio lanzado cuando alce mi mano, mire mis manos algo sorprendida tenia una idea, pero era ilógico, los hijos de Poseidon controlan el agua, no el movimiento de los suelos.

-Descansaremos... al amanecer buscaremos la cueva... si alguna de las señoritas desea irse, lo puede hacer... debemos hacer turnos de vigilancia. -añadió Percy.

-Tomaré el primer turno, soy la más descasada. -dije

-Bien. -dijeron ellos

Mi noche fue tranquila, escuché a los lobos pero ellos nunca se acercaron, seguí pensando en mi suposición, Poseidon es el dios de los mares y de los terremotos, pero nunca ningún semidiós había logrado hacer terremotos, sin embargo, allí estaba yo sintiendo la energía vibratoria a mi alrededor.

El amanecer llego pronto, Percy fue el primero en despertarse, él me miró, miró el cielo y dijo:

-No nos despertaste.

-Creí que era lo justo, ustedes estuvieron despiertos por dos días.

Mi mirada estaba perdida, había estado pensando en Henry y en lo que me había dicho en el sueño.

-Crees que sea una perdida de tiempo y energía? -dije, Percy me dio una mirada de confusión- Ir por Henry... intentar rescatarlo.

-Crees que el amor lo sea? -preguntó él.

Negue con la cabeza recordando a Henry, y mis momentos con él.

-Ahí tienes tu respuesta.

-¿Por qué Kalani me odia tanto? -pregunté

-No lo has hecho facil... -dijo Percy

Sonreí un poco, aún con mi vista perdida en el horizonte.

-Lo sé... lo siento. Es mi escudo...

-Todos tenemos uno... y respondiendo a tu pregunta, no creo que Kalani te odie... ella esta celosa de ti.

Reí... como no lo hacia en días...

-Esta celosa!? Mi vida es un asco... trabajo desde hace tanto tiempo, mi madre es drogadicta y mi TDAH y dislexia son fatales.

-Pero papá te ha visitado, a ella solo la ha visitado dos veces... la primera a los 15, y la segunda días después de la profecía.

Baje mi rostro un poco, respire un poco, volví a alzar mi vista y note algo que debí de haber visto hace mucho tiempo.

-Ahí esta la cueva! -dije señaladola

La hija de Poseidón IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora