3. Conociendo a la Diosa Dragón

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Después de retirarse en la nube de Bikou tuvieron que alejarse bastante y descender en un bosque.

Cuando tocaron tierra, en seguida Kuroka activó un círculo mágico de teletransporte en dirección a su base. Claro que mientras lo hacía ni ella, ni el castaño querían voltear a ver al pelinegro el cual estaba guardando sus alas en quien quiera saber donde pero manteniendo su mirada asesina.

Cuando la preparación terminó, el círculo empezó a subir por sus cuerpos, Ryuuji cerró los ojos y cuando los volvió a abrir ya no se encontraba en ese oscuro bosque, ahora se encontraba en una sala que parecía ser de una mansión.

Paredes blancas, adornos dorados, muebles de buena calidad entre otras cosas que le harían doler a los pobres.

Kuroka: Bien ahora hay que bus.. ¡Kuaggg!

Se dio media vuelta para ver a los dos mientras les decía lo que debían hacer ahora pero fue interrumpida al ser sujetada del cuello por el pelinegro que la veía a los ojos.

Bikou: Oye, oye ¿Qué haces? - preguntó sorprendido de ver como Ryuuji apretaba el cuello de Kuroka.

Ryuuji: Les dije que no me olvidé del hecho de que usaron la excusa de traer a tu hermana aquí para llevar a Loki sin siquiera notificarme, una de las cosas que más odio es que me usen - le decía a Kuroka ejerciendo fuerza en el agarre.

Kuroka estaba nerviosa y asustada ya que nunca había visto de esta forma a Ryuuji, había medido un poco su fuerza cuando liberó esa aura antes y se dio cuenta que su fuerza podría rivalizar con la de Vali cosa que nunca esperó. Sabía que Ryuuji era fuerte pero nunca pensó que lo era tanto.

Justo en ese momento una puerta que estaba a la izquierda del pelinegro fue abierta revelando primero a un rubio con lentes y una espada en la cintura junto a una rubia bastante hermosa con un sombrero como de una maga que venía detrás con una sonrisa.

Al entrar en esa sala, ambos rubios se detuvieron al ver lo que estaba sucediendo y al ver el estado del pelinegro se sorprendieron bastante pero más que nada fue la rubia la que más se sorprendió.

Bikou: Oye Arthur, Le Fay ¿Pueden pararlo?

Sin siquiera escucharlo, la rubia llamada Le Fay salió corriendo hacia el pelinegro.

Le fay: ¡Ryuuji-sama por favor suelte a Kuroka-sama! - le pidió apenas llegó a su lado intentando apartar el brazo de la pelinegra.

Kuroka: No.. puedo.. - decía como podía al sentir como perdía la capacidad de tomar aire.

Le fay: ¡Ryuuji-sama!

Le gritó haciéndolo darse cuenta que ya se había pasado demasiado por lo que estaba soltando el cuello de la pelinegra.

Pero justo en ese momento recibió un fuerte golpe que lo mandó a volar hacia su derecha causando que se estrelle contra un pilar que se terminó rompiendo cayéndole encima por completo levantando bastante polvo.

Kuroka: Creí.. que realmente me iba a matar - decía limpiándose la saliba de la boca mientras se masajeaba el cuello.

Bikou: Ya la estaba soltando, no creo que hacía falta golpearlo así Vali - dijo viendo al albino de pie en donde estaba Ryuuji.

Vali: ¿Estás bien Kuroka? - le preguntó sin voltear a verla quedándose viendo a donde mandó a volar al pelinegro.

Kuroka: Eso creo - le respondió sintiendo como le dolía un poco el cuello y la garganta.

Vali: ¿Por qué hiciste eso? Somos del mismo grupo, creí que nos considerabas compañeros - habló escuchando los sonidos de escombros moviéndose.

Supresión CelestialTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon