¿Está mal si te deseo? •Dabitodo•

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-¿De dónde conseguiste una cartera? -el bicolor quedó extrañado al ver cómo Dabi sacaba una cartera de su bolsillo, por el contrario, el azabache se encogió en hombros ante la interrogante.

-Se le cayó a alguien -Shoto suspiró, y recorrió aquel sitio con su mirada.

Era una plaza en la ciudad, había jardineras y bancas donde la gente se sentaba, recordaba haber pasado por arqueología lugar, y sin embargo jamás se paró a analizarlo.

Era de noche, por ende, no había ningún alma viva por ahí y las farolas estaban encendidas, al centro, había una enorme fuente ahora apagada, y sin embargo aún había agua dentro de ella.

Fue hasta ella y se sentó en el borde, esperando al azabache, quien se acercaba a él con la mano llena de monedas.

Extendió su mano hasta él, y Dabi solo pudo darle un pequeño montón de monedas plateadas, en su mano.

El azabache le vio sentado, y no pudo evitar sentir deseos de correr a abrazarle y besarle todo el rostro, de poder amarlo sin límites.

Entonces, se acercó tanto a él hasta que pudo sentir su respiración, a solo unos milímetros del choque de sus pieles. Un fino coqueteo que ambos comenzaron a hacer, anhelando una caricia.

Fue entonces que sintió verdadera desesperación.

Se separó de él para arrojar la primer moneda a la fuente.

-¿Cuánto crees que valga tu deseo? -preguntó Shoto, viéndole con esos ojos bicolores tan encantadores. Suspiró.

-Demasiado, tengo tiempo pidiéndolo -el de alas blancas solo sonrió en respuesta, él, entonces, arrojó todas las monedas a la fuente. -Ahora tendré que ir a robar un banco -el ángel carcajeó, aunque su rostro estaba sonrojado.

Definitivamente valía demasiado.

«Shoto ¿cómo es que los ángeles caen en tentación y pierden su pureza, si un demonio y ellos no pueden tocarse sin lastimarse?»

-Porque los ángeles ceden ante el pecado -alzo la ceja con confusión, cosa que Shoto notó. -Un ángel y un demonio al tocarse, se dañan por sus intenciones, ya que chocan al ser buenas o malas, sin embargo, es más fácil que un ángel salga dañado, es más común que una persona peque a que sea buena.

«Entonces los ángeles enamorados ceden ante el pecado y se manchan, por tanto, el contacto ya no les lastima».

Dabi parpadeó un par de veces, entonces vio su mano y jugueteó con ella, analizando lo dicho.

-Entonces, si yo dejo de lado mis malas intenciones y eso, ¿puedo tocarte sin lastimarnos? -le vio con ilusión, con una emoción que le hizo sentirse lleno. El demonio no le estaba pidiendo que cayera.

-Lo bueno nunca es tan sencillo Dabi, si me tocaras sin malas intenciones tú saldrías dañado, no yo.

-Uhmm -vio el cielo, y sonrió ante lo que acababa de decir, entonces, volvió su vista al ángel, quien le miraba con una pequeña sonrisa. -Te prometo que si te llego a tocar, no te haré daño.

Suele pasar (?

Jsjsjsjsjs John es Alex, mi lector beta, así que agradezcanle a él que mis textos sean entendibles xdxd