Una canción resonaba en su mente, voces se escuchaban en forma de susurros, una guitarra se hizo presente junto a aplausos de la gente.
– ...but It don't snow here It stays pretty green —La voz de Tony se dejó escuchar para después mirar a su acompañante— I'm going to make a lot of money... Then i'm going to quit this crazy scene.
– Oh I wish I had a river —Una voz dulce se escuchó acompañando la voz de Tony, sus ojos se conectaron y sonrieron— I could skate away on... Oh I wish I had a river so long, I would teach my feet to fly.
Tony despertó de aquel sueño sintiéndose desorientado ante el lugar donde se encontraba, su mente divagó ante el sueño y sonrió recordando esos tiempos donde era libre y no pensaba en nada, viejos tiempos.
Volteó y se pudo percatar de un pecho firme cubierto con un traje negro...traje negro...traje...
– ¡Jefe Barnes! —Gritó Tony levantando rápidamente su rostro del escritorio donde estaba recostado— Disculpe por esto...yo...
– Ve a desayunar, Stark —Soltó fríamente James poniendo una mano en el hombro de Tony— Te vez mal así que anda, a la cafetería, es una orden de tu jefe.
James vio cómo Tony se iba, caminaba con un paso lento e iba bostezando, cuando lo perdió de vista procedió a silbar esperando a que la persona llegará.
– Necesito un reconocimiento por la ayuda, Steve —Saludó a su mejor amigo con un abrazo leve—
– Algún día lo tendrás, eso creo —Rascó su nuca mirando por donde se había ido antes Tony— Sabes que no tengo tiempo, Buck.
– Claro, el jefe supremo de la empresa no tiene tiempo para su mejor amigo —Hizo un ademán con su mano derecha— Pero si para su amor platónico.
– Es que a él lo amo, Buck —Dijo para después caminar hacia el escritorio de Tony— Aún conserva el peluche... y la rosa...
– Es demasiado evidente que ambos se quieren —James se acercó y suspiro una vez que estuvo a lado de Steve— Aunque si lo piensas es demasiado raro que una persona se enamore de otra solo por dejarle papelitos pegados en su computadora y regalos básicos.
– Recuérdame como conquistaste a Natasha —Steve se dispuso a escribir el nuevo post-It sacando una pluma de color negro, se recargó en la mesa y se puso a escribir sin dejarle de prestar atención a James— Si no mal recuerdo se enamoró de ti pensando que tú estabas a punto de morir, eso es aún más raro que lo mío con Tony.
"Hola de nuevo
Quería decirte que ya pronto me conocerás, estoy bastante nervioso de ese momento y espero que te agrade
Te quiero."Att: S. R.
– Con eso me aseguraba que Natasha se enamorará de mi, y lo conseguí eso es lo importante —James caminó hasta su oficina y salió cargando una caja— Me debes una por conseguirlo.
– A mi se me hubiera dificultado más conseguirlo que a ti, Buck —Steve literalmente le arrebató la caja a James para empezar a envolverla en papel de un tono azul— Siento eso pero Tony puede volver en cualquier momento y no quiero que me vea, aún no.
– Realmente me preguntó porque le compraste a Tony otro peluche y además de una armadura roja y dorada —Un pequeño silencio cómodo se instaló y James por fin pudo soltar lo que quería decirle— ¿Porque lo sigues amando, Steve? Sabes que Tony tiene fama de Playboy aquí en la oficina.
– Pero también se que Tony no le haría caso a ninguna y a ninguno —Steve dejó la caja en el escritorio, volteó hacia James y apuntó a su cabeza y después a su corazón— Tony me sigue recordando y sigo estando en su corazón, contestando a lo del peluche en la tienda me dijeron que era la pareja del... Capitán America o algo así se llamaba el primer peluche.
– Patético nombre y enfocándome yo digo que deberías ya de decirle que volviste de Inglaterra, te apuesto a que se alegrara bastante.
– No creo que me reconozca, cuando me fui era más pequeño que él y aparte cambié físicamente —Colocó el post-It en la computadora y acomodó la caja en un lugar donde lo viera Tony— Además lo estoy volviendo a conquistar, pero no te alteres ya me presentaré pronto.
– Pues que sea rápido Steve —James se dejó caer en una silla con una mano en su frente— Puede que llegué alguien y haga más rápido lo que tú estás intentando.
– No me venceré tan rápido, Tony ya esta sintiendo algo por mi y eso es un logro bastante grande —Sonrió con dulzura para después acercarse a James— y como te digo no te alteres no pasará de esta semana y me presentaré como...
– ¡James Buchanan Barnes! —Un gritó se dejó escuchar en la pequeña sala donde ellos se encontraban— ¿¡Dónde estás!?
– Te deseó suerte, Buck —Steve vio como una furiosa Natasha entraba y se llevaba a James hacia quien sabe dónde—
Al quedarse solo se acercó al escritorio de Tony y se sentó en la silla mirando el peluche sin prestar atención a su alrededor.
su corazón empezó a latir cuando pensaba en todo lo que había hecho hasta el momento, la timidez que dejó de lado para enviar el primer Post-It, la felicidad que sintió cuando James le contaba cómo reaccionaba Tony, por último las esperanzas que tenía acerca de la relación de ambos.
– Juró que no pasará de esta semana, Tony —Enfocó su mirada en la pulsera que brillaba— Quiero abrazarte y llenarte de besos, espero que se pueda cumplir.
Pasaron unos minutos y Steve decidió abandonar la sala para dirigirse al último piso, donde él se encontraba.
De vuelta Tony se percató de los regalos que había en su lugar y sonrió bobamente para acercarse rápidamente y darle un beso al post-It.
Se alegró bastante por el peluche nuevo y lo colocó a lado de Winghead que se encontraba en una esquina.
– Al parecer ya tienes nueva pareja, Winghead —los miró durante un rato y por un momento pensó que podrían ser el chico de las notas y él— Necesitó conocerte y decirte en persona que te empecé a querer.
Bueno, quería aclarar que ya faltan pocos capítulos para que esto acabe, no pensaba hacer tan larga esta novela. :'v
Ahora quería que se enfocaran en Steve y como le deja –algunos– post-It a Tony, aunque creo que solo será este capítulo. Espero que les haya gustado.
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Post-It
FanfictionDías normales en la oficina, Tony tenia que soportar la monotonía cosa que no le gustaba. Un día de aburrido trabajo después de regresar de comer se encontró un pedazo de papel pegado en la esquina de su computadora. No sabría que aquello sería el i...