Incoming Call #1

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El teléfono sonó una noche. Número desconocido.

-¿Hola? - contestó Teruki.

Nadie respondió. Tuvo un mal presentimiento.

-¿Hola? - repitió fuerte y claro luego de unos segundos. Aún había una posibilidad de que alguien estuviera teniendo problemas para comunicarse y ese silencio no fuera sospechoso.

Estaba a punto de colgar cuando alguien por fin habló.

-...Buenas noches - saludó una melosa voz masculina. No la reconoció en absoluto.

- ¿Quién es? - se sentó en la cama, frunciendo un poco el ceño.

- Un admirador secreto - bromeó la voz. Teru esperó uno, dos segundos a que agregara algo más. Luego, colgó.

El teléfono volvió a sonar casi inmediatamente, pero Teruki sólo lo ignoró. Debía tratarse de una broma telefónica, y no estaba de humor para entretener bromistas.

Apenas cinco minutos pasaron cuando el teléfono volvió a vibrar. El chico apenas le dedicó un vistazo rápido y perezoso a la pantalla. "Número desconocido" otra vez. Si no eran capaces de presentarse adecuadamente, no merecían su tiempo, pensó Teruki. Ni siquiera se molestó en apagar el teléfono, sólo lo ignoraría hasta que quien llamaba lo entendiera.

- ¿No vas a contestar? - lo sobresaltó una voz justo detrás de él.

Teruki se sentó de golpe en la cama, como catapultado por ella. El corazón se le subió a la garganta.

-¡Shimazaki! -jadeó al ver al hombre parado junto a la ventana, sosteniendo los zapatos con soltura en una mano. Éste le correspondió con una sonrisa. - ¿Estás aquí para pelear?

-... Espero que no -alzó las cejas. - ¿Puedo pasar?

Teruki no respondió pero lo siguió atentamente con la mirada mientras el hombre se invitaba a sí mismo.

Shimazaki atravesó lentamente la habitación. Esperaba verse calmado y no inseguro: no conocía bien el espacio que estaba navegando.

- ¿Por qué estás aquí? - demandó Teru.

- No contestabas el teléfono.

- ¿Cómo conseguiste mi número?

Shimazaki sólo sonrió y se encogió de hombros.

"Hatori..." pensó Teru para sí, recordando al otro de los Super 5.

- ¿Y cómo supiste dónde vivo?

- Respondiste la primera llamada -respondió con simpleza, y Teru entendió que de alguna forma había revelado su ubicación al hacerlo.

- ¿Qué quieres? - preguntó con rudeza.

- Bueno... Estaba solo y aburrido, así que pensé en sólo decir hola -respondió contrastantemente calmado. Encontró una silla y se sentó. - ¿Tus padres están durmiendo en la habitación de al lado?

- ¿Eh?

Shimazaki apuntó la nariz a la pared detrás de Teruki. El chico miró brevemente sobre su hombro; no tenía idea de quién vivía al lado.

- ¿Los ve---? - se frenó. No debió decir eso.

- Vecinos, ¿eh? Así que no son tus padres... -giró la cabeza en derredor - ¿Entonces dónde están ellos?

- Llegarán pronto - mintió. Sentía una vena latiendo con fuerza en el cuello, el corazón retumbándole en los oídos.

Shimazaki esbozó una amplia sonrisa al oír eso.

- Entonces, ¿qué tal si te hago un poco de compañía hasta que lleguen?

La propuesta no agradó nada a Teruki. Se bajó de la cama, plantando los talones en el piso con una firme finalidad.

- Vete.

Shimazaki borró la sonrisa.

- Vete de mi casa. Ahora.

- ¿Por qué? - quiso saber el otro esper.

- No te quiero aquí. Así que lárgate.

- ¿Contestarás el teléfono la próxima vez que llame?

- No.

- Entonces no me quiero ir.

Teruki apretó los puños.

- Vete... o te obligo -advirtió a través de dientes apretados.

Serio, Shimazaki se puso de pie, alzándose sobre Teruki. El chico había olvidado cuán alto era, pero no retrocedió. Estaba listo para pelear.

Después de un momento, Shimazaki le dedicó una sonrisa torcida.

- ¿Lo arruiné, verdad? Buenas noches. - Y desapareció.

A Teruki le tomó un largo rato volver su pulso a la normalidad, convencerse de que realmente se había ido, y que no regresaría en mitad de la noche.

Incoming callWhere stories live. Discover now