→SLUT← KookV

Diez.

PD: Disfruten <3

Abrió sus ojos con pesadez, observando su techo decorado con dibujos hechos por él.

No tenía ánimos de moverse, de hacer algo con su vida ese día. Dolía su cuerpo, sentía sus caderas destruidas, e incluso su cuello ardía, puesto que Yoongi, al tener raros fetiches, había dejado marcas de dedos en su cuello.

Sí, pensó que en ese momento moriría, porque casi pierde la conciencia a manos de la presión en su cuello. Si embargo, no podía explicar la decepción que sentía al ver que, ni había pedido la conciencia, ni a Yoongi se le había ido la mano y lo había estrangulado completamente.

Suspiró.

¿Había alguna razón para levantarse ese día? ¿Fingir que todo era perfecto, que era feliz con su vida y que todo estaba bien?

Odiaba que lo primero en su mente fue el rostro de Jeon Jungkook, ¿Por qué debía condicionar su felicidad a una persona que lo único que hacía era hacerlo sentir más basura de lo que ya se sentía?

Una pregunta larga, pero sus dudas, por igual lo eran.

Se levantó con cuidado, haciendo una mueca ante el dolor en sus extremidades. Caminó hacia el baño, observándose en el espejo, viendo aquellos moretones que se empezaban a formar en su suave piel.

Mantuvo la mirada en su reflejo, en su cansado rostro sin una gota de maquillaje. Ese era él en verdad.

Alguien roto, frágil y sencillo.

Se adentró a la ducha para borrar todo resto de semen en su cuerpo y áreas privadas. Se restregaba con fuerza, quería borrar aquel sentimiento sucio de él.

Anhelaba regresar el tiempo.

Volver a aquel día en que le dijo a Jeon Jungkook que no quería seguir teniendo algo con él para tragarse aquellas palabras, para decirle a su mamá que no le importaba ser su prototipo de hijo perfecto.

Que todos supieran que él quería ser alguien, que ya tenía pensada su vida y no quería cumplir las expectativas de los demás.

Quería volver y decirle a su padre que lo disculpara por ser la causa del divorcio con su esposa, y poder decirle a su madre que lamentaba ser la causa de su amargura, no era su culpa que su padre se hubiese enamorado del bonito hombre que trabajaba en el restaurant que solían frecuentar.

Deseaba volver atrás, y simplemente no existir.

Salió de la ducha sin siquiera envolverse en una toalla, tiritando por el frío, se acercó al cuerpo inerte y desnudo del rubio sobre su cama, sacudiendo levemente su hombro, recibiendo un gruñido nada amistoso.

-Yonnie, ya me iré al instituto, puedes prepararte lo que quieras para desayunar, yo no tengo tiempo para hacerlo... Te quiero.

Besó aquellos cabellos para buscar su ropa, vestirse y salir.

Como casi siempre, sin nada en el estómago.

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Exprimía su cerebro tanto como podía, incluso pulsando su frente con sus dedos índice y medio, dando círculos, en busca de paz mental.

Había pasado toda la noche repasando aquel contenido con su viejo, entonces, ¿Por qué ahora no lo recordaba?

Soltó todo el aire sostenido en sus pulmones, si esto fuese un anime, de seguro un aura negra le acompañaría seguido de humo en su cabeza.

‒Jungkook, hermano, luces fatal‒ Susurra Hoseok desde el puesto trasero‒ ¿Falta de amor?

Jungkook bufa, saliendo de su poca concentración para mirarle con desprecio.

‒Créeme que no‒ Responde seco.

‒Que no te de pena notificarme que tu única pareja es tu mano derecha, pequeño Jeon‒ Comenta feliz‒ Ayer salí a una chica que de seguro te vendría bien, es así cerradita como tú, se llevarían bien, si quieres te la presento‒ Ensancha su sonrisa antes de lo siguiente‒ Claro, si no te molesta que haya pasado por mis manos antes.

Jungkook rueda los ojos superado, volviendo la vista a su examen. Se preguntaba cómo siendo él tan... Él, había acabado con amigos tan promiscuos y medianamente descuidados.

Aunque bueno, Hoseok no entraba en esa palabra.

Era el tercer promedio en su salón, además de que siempre mantenía su aspecto físico impecable, desde su ropa bien arreglada hasta consumir los alimentos adecuados día a día, hacía ejercicio constantemente, bailaba, tenía ese carisma intacto con quien fuese, era comprensible que cualquiera cayera ante Hoseok con facilidad. Incluso él lo haría, si no tuviera un torbellino emocional encima desde que besó a Kim Taehyung. A veces envidiaba al chico de bella sonrisa, porque podía ser tan espontáneo mientras que él parecía tener sangre de chinche.

‒Bueno jóvenes, por favor entreguen sus exámenes, es hora de salir.

Abrió los ojos de par en par, ¿Cómo podía tener tanta mala suerte? No lo sabía, en lo absoluto.

Bueno, al parecer su vida no parecía mejorar.

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Hola mis bebés <3 Un pequeño relleno necesario para comenzar esto ;)

Ah, necesito ayuda con esta historia :C

Les amo mucho, no olviden comer y dormir correctamente <3