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Apenas Ciel y Edward acabaron de hablar sobre los temas correspondidos al trabajo, Edward comenzó su labor como jardinero y yo que estaba adentro de la mansión escuché un azote de la puerta principal por parte de Ciel que simplemente se quedó callado y así pasaron unos minutos

Minutos en los que nadie dijo NADA ni una sola palabra y eso me abrumaba y asustaba
Estaba lista a irme a mi habitación cuando de pronto Ciel agarra mi brazo rápidamente

— ¿Porque estabas abrazandote con ese maldito? - Ciel hablo con odio hacia Edward y cada vez más apretaba su agarre

— D-duele - Me quejé

— No me has respondido¿Porque estabas abrazandote con ese maldito? - El agarre cada vez era más fuerte

- E-el es mi a-migo - Apreto su agarre - S-sueltame porfavor Ciel

— ¡No tienes derecho a estarte abrazando con cualquier perra! - Me soltó bruscamente y me empujo hacia las escaleras

Ciel no dijo nada más y subió esas grandes escaleras enojado y descontento por mi acción empezé a sollozar recordando cada una de sus palabras los últimos días que eh estado aquí

" Odio este lugar "

Corrí lo más que pude hasta llegar a mi habitación y una vez que llegue a ella las lágrimas no se hicieron esperar

Lloré casi toda la tarde en mi cama abrazada a una almohada y una vez que estuve calmada decide bajar a la sala principal caminaba con la cabeza abajo y algunas lágrimas caían por mis mejillas
Trataba de limpiarlas pero era algo imposible cada vez salían más de mis ojos

Hasta que de pronto lo vi otra vez tan brillante como antes Edward está en la sala principal hablando con Bart haciendo que mis ojos se llenaran de alegria y sin más baje lo más rápido las escaleras hasta llegar a el

Una vez abajo Bart me vio hizo una reverencia y se fue
dejándonos solos pero este silencio no era un silencio  incómodo más bien era agradable hace mucho que no podía sonreir por la culpa de Ciel

— ¿Quieres ver el jardin? - Me pregunto dándome una cálida sonrisa y obviamente asentí ante su pregunta

Caminamos hasta la puerta el abrió la puerta y nos dirigimos al jardín trasero de la mansión

Las hermosas rosas rojas y blancas hacían resaltar la estrellada noche y esas hermosas guirnaldas de plantas pequeñas le daban un toque único al jardin.

Edward toma mi mano y entrelazó nuestras dedos enseguida me sonroje y con su otra mano libre  delicadamente agarró mi pequeña cintura
Nos dimos unas miradas entre amor y lujuria por un par de segundos mientras que nuestras cabezas se iban acercando más y nuestros alientos chocaban en sincronía.

— Señorita (T/N) ¿Que hace aqui?- Enseguida me separé de Edward aún sonrojada y con una sonrisa boba

— N-nada.... Yo solo quería ver el jardín

— Como diga señorita ahora el amo Ciel requiere su presencia para los asuntos de la boda - Mi sonrisa cambio plenamente y la mirada feliz que tenía Edward se esfumó en un instante

— Bien.... Iré enseguida gracias por avisarme Sebastián

— De nada señorita - Y se fue

— No me di cuenta que el era mayordomo personal de tu prometido será mejor que vaya....

— Si .....C-creo que es lo mejor

Edward se acercó a mí y me dio un beso en la frente

— Adiós (T/N) - Sonrió cálidamente y se fue

Mi cara volvió a sonrojarse en serio lo amaba
Pero ahora soy la perra de Ciel solo lo puedo complacer a el y a nadie más

Cᴏᴍᴘʀᴏᴍᴇᴛɪᴅᴏs [Cɪᴇʟ ʏ Tᴜ] Pausada //En Edición//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora