• Capítulo 1 •

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¿Todo puede dar vueltas así no mas? Mi cabeza parecía que en cualquier momento explotaría, mi ánimo había bajado y ni hablar de mi humor. Si hablamos de mi salud... tengo un resfriado y no podía imaginar que si esto podía conmigo ¿Qué sería de mi si llegase a darme algo peor? Agradecía que el resfriado no pasara a mayores.

He estado estornudando la mayoría del día mientras que Sonia, mi hermana, se burla de mi situación. ¡Como le puede causar gracia que esté enferma! Esa niña es un monstruo.

Ella siempre va al consultorio por leves cosa.

Ah claro pero yo... Que me recupere sola y en cama si es que se puede.

Bufé mentalmente...

Volví a estornudar y la risa de Sonia resonó en mi habitación

—¿Qué te causa gracia, mocosa? —pregunté cansada de la situación, se burlaba de mi cada vez que podía.

—La mocosa eres tú —me señaló con su dedo fingiendo inocencia.

Sonia tiene 14 años y es tan descarada y juguetona.

—ash olvidalo —bufé y me puse de pie sujetando un abrigo.

Tenía planeado salir a tomar aire fresco por un rato, caminar por ahí aunque debía admitir que si hacia frío fuera, tal vez podría empeorar.

Bajé encontrándome con mi madre en las escaleras

—¿Dónde se supone que vas? —mi madre se veía agotada, el descanso se lo merecía ella y no yo.

—Voy a salir a caminar ¿me dejas ir?

—Estas consciente de que estas enferma ¿Así piensas salir? —reprochó mirándome de pies a cabeza para luego suspirar y cerrar los ojos por unos segundos tal vez meditando, luego me miró inexpresiva—, cariño...

—Solo es caminar un rato mamá, el clima es fresco, por favor~~ —supliqué frunciendo mis labios.

Mi madre suspiró y asintió con notable preocupación llenando su rostro, besó mi frente.

—No tardes, no quiero que empeores, vienes directo a ducharte y a la cama ¿Está bien?

Asentí sonriendo y la abracé.
Salí y hacia frío, no dudé en ponerme el abrigo pues este era de esos calientitos.
Punto a mi favor.

Calculaba más o menos veinte minutos desde que me fui. Pasé por una cafetería alejada de casa. No consumí nada del lugar, solo fui por Dara quien es una amiga cercana. Hablamos de como le ha ido en su trabajo y de otras cosas mas.

Decidí seguir caminando rumbo a un parque donde a estas horas aproximadamente las seis de la tarde, no hay tantas personas pero ese parque es seguro por los guardias que vigilan aquel lugar

Respiré profundo pues el ambiente me daba bien, era un buen lugar que admirar. Me senté en una banca vacía y frente a este había un árbol de cerezo

A unos cuantos metros pude visualizar a una señora, calculando 30 años aproximados por su rostro maduro.
Corría hacia la salida del parque parecía tener prisa, pasó en frente de mi y de su bolso cayó una billetera.

La llamé gritando y asumo que no me escuchó porque no volteaba a ver.

La mujer no se dió cuenta, subió a un taxi, yo no sabía que más hacer. Hasta que el viento se volvió fuerte, me abracé a mi misma mirando el objeto y pensaba que debía hacer.

Recogí aquella billetera que mas bien era una cartera. Ese bolso de mano se veía costoso.

—No puede ser —me vi sorprendida al abrirla

Contenía demasiado dinero para mis ojos; calculando ochocientos o más... En casa ese dinero no llega a manos de cualquiera.

La pequeña cartera contenía una identificación —HyunA—, miré a mis alrededores para asegurarme si aquella mujer volvía por su bolso.

Esperé como unos diez minutos o algo mas en la entrada del parque. Había olvidado que tenía que volver a casa. Tampoco podía tener esa cantidad de dinero y llevarmelo de esa manera, tenía esperanzas que esa mujer regrese, es mucho dinero y ella debe necesitarlo.

De pronto un taxi se estaciona delante de mí, de allí sale aquella mujer y en su rostro se nota la preocupación.

Tiene una mirada profunda, cabello rojizo y largo. Le hice señas para que se acerque, me notó y se acercó rápidamente. Tenía aquella cartera bajo mi abrigo y ella no podía notarlo.

—Hola niña —dijo ella en tono de preocupación—. Usted a vis... —la interrumpí sacando el bolso y extendiendolo hacia ella.

Estaba sorprendida y alegre, tan emocionada. Sonreí.

-—Esto le pertenece señorita HyunA.—

—¡Oh, muchas gracias! —se veía aliviada—. Te lo agradezco mucho, dime como te puedo recompensar... — HyunA sonreía amablemente hacia mi.

—No, no, de ninguna manera, cualquier persona pudo hacer eso.

—O cualquier persona pudo llevarse el dinero seamos sinceras, demoré en regresar al parque y usted niña se encontraba aquí esperándome. Imagino que revisaste el bolso y viste mi tarjeta de identidad y viste el dinero.... cualquier persona pudo llevarselo como si nada sucediera mientras tu que eres honesta, dime que te puedo dar ¿Algo que quieras o desees? —concluyó.

Por alguna razón comencé a sentirme incómoda y extraña ante su mirada oscura.
Negué inmediatamente pues no podía pedir nada ¿verdad? No necesitaba de algo.
Tengo una familia que a pesar de lo que pase somos unidos, para mi era suficiente, no quería algo más a cambio.

—Gracias pero no creo pedirle algo, tenga cuidado señorita —le sonríe.

Estaba dispuesta a retirarme rumbo a mi hogar hasta que su agarre no me permitió avanzar.

—Muchas gracias señorita. Solo espero que te vaya bien, eres muy linda —seguía sonriendo, ella parecía amable. 

Asentí imitando su sonrisa.
—Okay —ella rió

—Te veo y parece que eres una chica amable —guiñó un ojo—. Nuevamente gracias y ¡que tengas tus mejores sueños!

Ella había exclamado con una voz aguda y un acento desconocido para mí. Se retiró del parque subiendo al taxi y la perdí de vista cuando dobló la esquina.

¿Mis Mejores Sueños?
Me dejó confundida, tal vez me deseo una buena noche. Eso debe ser...



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Aquí un capítulo más 💛😄
Recuerden, es solo entretenimiento.

A Través de un Sueño. HueningKai ↾TXT↿Where stories live. Discover now