El culo de América

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No sé cuánto tiempo estuve enterrada bajo mi mar de peluches y mantas. Tal vez solo una media hora, o tal vez ya era el siglo XXII y toda la raza humana había sido invadida por aliens. Quién sabe.

Solo recuerdo tener el rostro húmedo debido a mis lágrimas, algo que hacía que el ambiente en el que estaba encerrada se volviese cálido y oscuro.
Ah, la oscuridad. Qué agradable es sentirse rodeada por ella.

Espera, ¿estaba delirando ya?

No lo sé, porque al rato, me quedé dormida. Al diablo con todo. Quería sentirme lejos de todo, en el maravilloso mundo de los sueños, dónde todas tus preocupaciones se volatilizan y puedes ser feliz durante unas míseras 8 horas.
Dormí profunda y pacíficamente, puede que demasiado.

- Hey, despierta... - una suave voz me fue trayendo a la realidad

Solo gruñí con la esperanza de que, quienquiera que fuese, tradujera aquellos ruidos en "Déjame en paz, no quiero despertarme en mi vida."
Pero no fue así, y a esto le añadió unos golpecitos en el hombro, que no me podían molestar más.

- Vamos, dormilona... - rió tiernamente y ahora pasó a zarandearme.

- de-...déjame... - logré decir

- Mmh...nop

De repente sentí que aquella persona se me tiraba encima y me aplastaba el cuerpo entero. Solté un mini gruñido y me removí más en las sábanas.

Y sin previo aviso, me destapó la cara, dejando que toda la luz entrase de golpe en mi mis retinas. Fruncí el ceño y fui a quejarme, pero lo que vi me dejó sin palabras.

Un hermoso chico de pelo negro y ojos verdes estaba tumbado encima mío.

- Vamos, ¿no quieres jugar un poco?

No me salían las palabras. Lo miré anonadada, intentando sin éxito articular palabra.

- a-...ah...- fue lo único que salió de mi boca

Él alzó una ceja divertido.

- Al Dungeons and Dragons, por ejemplo. - sonrió dejando ver su perfecta dentadura.

No lo podía creer.

- ¿A-alex?

- El mismo - dijo sin apartar su pícara sonrisa.

Sin pensarlo dos veces lo rodeé con mis brazos y escondí mi cara en su hombro, aspirando su aroma. Me devolvió el abrazo con en mismo ímpetu y nos quedamos varios minutos, ahí tumbados.

           •°•°•°

Alex me tendió un matojo de flores arrancadas del suelo.

- Son petunias~ - dijo con una sonrisa infantil

- Alex, eso son margaritas...

Sacudió frente a mis narices el ramito.

- Acepta mis petunias - su sonrisa no se borraba, parecía dibujada con rotulador permanente.

No tuve otra que agarrar las margaritas y sonreírle con la misma cara con la que una madre mentiría a su hijo diciéndole que el dibujo que le acababa de hacer era bonito.

- Gracias, Alex - sonreí entristecida, aquellos pequeños detalles me subían el ánimo casa vez un poquito más.

- Por dios, ¿cuántas veces has dicho eso ya hoy?

Reí avergonzada y lo miré.

- ¡Es que es verdad! Me has salvado de entrar en un bucle de series y yogur helado para ahogar mis penas.

Negó mientras sonreía como si no acabase se entender la lógica humana.

- El yogur helado salva vidas en mi opinión... - se encogió de hombros y de repente sus ojos se abrieron como platos - ¡No puede ser!

- ¿Qué? ¿Qué pasa? - miré hacia todos los lados confusa.

Alex fue corriendo unos metros más adelante para agarrar un trozo de cartón circular mal pintado y me miró con los ojos iluminados.

- ¡Alguien ha tirado el escudo del capitán América!

Reí mientras negaba con la cabeza.

- N-no sé qué decir, Alex...

- Ahora no soy Alex... - se colocó el escudo - ...soy el defensor de América. Qué para tener más de cien años, me conservo divinamente...

Suspiré y decidí seguirle el rollo. Agarré un palo enganchado a su vez a otro, de modo que parecía un martillo.

- ¡Temed, Thanos y su ejército! - adopté voz de hombre y alcé mi 'martillo' - ¡Aquí viene Thor, heredero de Asgard!

No puedo describir lo bien que nos lo pasamos aquella tarde. Estuvimos correteando como niños pequeños por toda la ciudad. La gente nos miraba raro, sobre todo a mí (sería por la barba falsa que tenía hecha con dos mechones de mi pelo atados a la barbilla), pero nos daba igual, éramos felices nosotros, los medio-vengadores.

Aquel día le di las gracias a Alex mil veces más, gracias por hacerme olvidar a Thomas.

•°•°•°

Los últimos días de clase ni siquiera me presenté en el instituto. Estaba demasiado ocupada pasando el tiempo con mi mejor amigo.

No puedo creer que hubiese encontrado a alguien tan perfecto.

Todos los días íbamos al centro de recreativos, a comer algo, ver películas en mi casa, pasear por la playa... Desde primera hora de la mañana hasta acabar volviendo a nuestras casas a altas horas de la noche, entrando a hurtadillas para que no nos pillasen los padres...aquel chico era increíble.

Estaba demasiado ocupada para quedar con mis otros amigos, desgraciadamente. De hecho hacía unos tres días que no siquiera miraba el teléfono para nada, ni falta que me hacía. Con estar con Alex era feliz.

Una noche, decidí encender el teléfono, solo para ver las notificaciones de las redes sociales. Algo me sorprendió realmente, tenía muchísimos mensajes.

Se me encogió el corazón al ver que uno era de...Thomas

¿Qué quería el ahora? ¿Para qué querrá hablar conmigo? ¡Que lo haga con la tal Emma, que por algo es su novia! A mí que me deje en paz...

Bufé y apagué el teléfono un poco calentada ya solo con el hecho de pensar que me había escrito. Pero al rato no pude resistirme y abrí la bandeja de chats, dejando ver los últimos que me habían mandado.

Carlos ~ (13 mensajes)
Recuerda que todo me lo puedes contar, vale?

Beth ♡   (115 mensajes)
Por favor, _______, llevo todas estas noches sin dormir dime qué estás bi...

Thommy  (20 mensajes)
Tenemos que hablar, esta noche voy a tu ventan...

¿Qué demonios le pasaba a todo el mundo? ¿Desaparecía de las redes tres días y ya me han asesinado? ¿Es que ya no me puedo divertir con mi mejor amigo?
Que yo sepa, Mary tampoco había dado señales de vida hace unos días y nadie se ha preocupado por ella salvo yo, la última vez que me conecté y le pregunté que si iba todo bien, justo como han hecho mis amigos conmigo. Pero, ¿y ella qué? ¿Es invisible?

Mi cabeza no paraba de dar vueltas confusa hasta que mis ojos se fijaron en el último mensaje de Thomas. Y ahí empecé a entrar en pánico, y no habría Capitán América moreno con ojos verdes que me salvase ahora.

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¿Acaso esta historia va a llegar a los 20k o estoy solo soñando?
De verdad que no me puedo creer que leáis mis mierdas, no me entra en la cabeza. ♡
Me gustaría decir:

- os quiero mucho

- perdón por tardar tanto, ahora se vienen los exámenes y no me ha dado tiempo

- tengo muchas ideas buenísimas para desarrollar en un máximo de 5 o 6 capítulos y ya daré fin a este fanfic, pero creerme, me los voy a currar un montón para que sea el mejor final posible

-os quiero mucho

◀Una Nueva Vida▶ Thomas Sangster Y Tú  [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora