23. Oreos con leche y ella.

826 88 19
                                    




"Corazón que no duda ni razona, late feliz."

Jesús Guillermo





Ocultar un embarazo en el colegio o en casa no era tan complicado de momento, nunca me quitaba el buzo de encima y junté algo de dinero para comprarme ropa más holgada, respecto al uniforme, Amaia me regaló algunos conjuntos suyos que ya no usaba porque hace un par de años adelgazo algo, sus faldas y pantalones aun no las usaría pero las blusas y demás me vendrían bien pronto. He pensado que para dentro de dos meses cuando termine el instituto, aun tendré cinco meses y podré ocultarlo, con suerte nadie se enteraría y no volvería a ver a esa gente en mi vida.

En fin, eso no era lo complicado. Lo complicado seria ocultarlo en la academia, y ni siquiera es complicado, es imposible. Estamos con mallas talladas al cuerpo todo el tiempo, es imposible que la gente no lo note. Por suerte, en la academia nos graduamos un mes antes que en el colegio, después ya vienen los recitales de promoción y todo eso pero no me quita el sueño, mi preocupación era saber si sería capaz de hacer los exámenes en estas condiciones.

Para entonces ya tendría cuatro meses y aunque apenas tengo barriga, todo podría ser diferente dentro de un mes. Por eso hoy estaba aquí en el despacho de la directora esperando por ella para confesarle mi secreto, ella siempre ha sido demasiado buena conmigo, espero que lo entienda.

-Hola Ana cariño ¿cómo estás? –Me levanté de mi sitio y la saludé con un breve abrazo antes de que ella se sentara frente a su escritorio

-Bien... pero tengo que hablar contigo de algo muy importante...

-¿Has decidido hacer audiciones como Aitana? –No me lo dijo con la ilusión que yo esperaba, mas bien pensativa, estaba rara, como dubitativa

-No, no, no es eso, ya me gustaría a mi

-Bueno, tienes 18, sé que no es lo que tu tío quiere pero puedes lograr lo que te propongas

-No, es que mi tío no tiene nada que ver. A mi me hubiera gustado hacer algo de eso y ahora ya con 18 años me veo con la fuerza de tomar decisiones propias que antes no tenía y créeme que quizás, si, lo intentaría pero las cosas han cambiado, yo no puedo hacer nada de eso ya. Annya yo necesito decirte algo pero es importante que no se lo digas a nadie, sobre todo a mi tío, ¿entiendes? Como acabas de decir, ya tengo 18 y puedo decidir qué es lo mejor para mi asi que espero que respetes mi decisión de dejar a mi tío al margen de esto.

-Estas embarazada. -Sentí mi boca secarse de inmediato, no sabía ni que decir, ¿cómo se había enterado? –Se lo que te estas preguntando y no, no lo sabía pero si lo sospechaba, no olvides que acostumbro a ver ciertas clases al día y estaba intrigada sobre porque, la que había sido mi mejor alumna durante todos estos años, había empezado a flaquear. Sabes, en el fondo tenía la esperanza de estar equivocada.

-Lo siento mucho.

-No lo sientas por mi Ana, hazlo por ti. Sé que no lo has pasado bien en casa, sé que tu vida no ha sido fácil pero solo dime una cosa, ¿tiene algo que ver tu tío con tu embarazo?

-No, no tiene nada que ver, esto es totalmente culpa mía. –negué rotundamente

-Ana, ¿porque no me lo contaste antes? Creo que siempre te he dado razones para confiar en mi y tu has estado bailando sin precaución cuando hay cosas que ya no deberías hacer.

-Lo sé pero, quería esperar a cumplir los 18. No es que no confíe en ti, es que, necesitaba estar segura. No le vas a contar nada a mi tío ¿verdad?

-Por supuesto que no, pero si me lo hubieras contado antes de los 18 tampoco lo habría hecho.

-Perdóname, estoy un poco asustada con todo esto.

Lagrimas NegrasWhere stories live. Discover now