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En la secundaria creí que la vida se basaba en dar y recibir, hasta ese momento aun creí en las historias de amor eran ciertas y las telenovelas tenían algo de realidad, pase por varias etapas hasta aprender perfectamente el inglés y adecuarme al nuevo espacio, jamás había ido al extranjero y era la primera vez que pisaba suelos norteamericanos, la gente era agradable, por primera vez supe lo que era tener sirvientes quienes velaran por mí, gente que hiciera las tareas básicas, supe lo que era descansar sin preocupación alguna y jamás había visto a mama tan feliz, cuando venimos a los estados unidos el señor Peter nos ofreció un almuerzo delicioso, que fue exclusivamente pedido por el abuelo, Peter era chef de su propio restaurante, uno costoso a decir verdad, mama quedo prendada del chef y el de ella, a pesar de los años mama seguía siendo tan hermosa, creo que la belleza no la herede porque cómicamente confieso que no me considero una persona muy atractiva que digamos, sus miradas coquetas llegaron a un punto en que mama suspiraba y el le dejaba una rosa cada que la veía, desde entonces siempre invitaba a salir a mama, ahora que lo pienso mi madre tenia más suerte en el amor que yo, yo nunca me había enamorado ni mucho menos había tenido mucho menos un novio, estudie los dos últimos años en una secundaria costosa que mi abuelo pagaba ya que al ser una costosa colegiatura mama y yo nunca hubiéramos podido pagarla.

El momento en que mi profesor apareció fue en el último año en reemplazo del profesor Petrovich, o al menos todos pensábamos eso, todos creíamos que se recuperaría de la lesión pero al parecer no lo haría así que contrataron a alguien en su reemplazo, la verdad todos estábamos felices de no tomar clase de química en un buen tiempo, no es como si para todos unos símbolos químicos fuesen interesantes, al menos para mí no era algo entusiasmante, de hecho muchas veces me di golpes mentales por no poder resolver un solo ejercicio en varios minutos, no es que no hiciera las tareas pero me demoraba mucho tiempo en resolverlos todos, y solo deseaba que al salir al mundo real esto me sirviera de algo o maldeciría a cada uno de mis maestros que me exigieron presentar ejercicios tan complejos.

No recuerdo haberles tomado tanta atención en todo lo que transcurría los semestres, pero al conocerlo jamás me sentí tan interesada en el tema, él lo volvía interesante.

Aunque momentos después supimos que nos enseñaría literatura y química. Al menos literatura si me gustaba.  

QUERIDO PROFESOR  ( en edición)Where stories live. Discover now