Capítulo: 9

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No le pude mirar a la cara en todo el viaje, pero sentí que él me miraba, me observaba… no me quitaba la mirada de encima, lo que me ponía incomoda. Quería besarlo, eso quería hacer ¿Y si se volvía a ir? ____, tranquila. El bus llego a nuestra parada, los dos quisimos salir a la vez, casi me caigo, Zayn me dejo que saliera la primera.

Ahora el momento se convirtió brusco, estábamos los dos, de nuevo bajo la lluvia ¿Cómo nos despediríamos? ¿Unas palabras? ¿Un abrazo? Zayn iba acercarse para darme un beso en la mejilla y a la vez yo iba a darle la mano. Nos reímos cuando nos chocamos. El cogió mi mano, acariciándola. Levante mi cara, con ternura, adoraba lo tierno que era, no era un chico más. Él sonrió y acarició mi cara.

- Si no te digo algo, exploto.

- Dime.

- ¿Eres así con todas? ¿Eres como los demás chicos?

- Creo que todas las chicas se merecen que se han tratadas como reinas. ¿Cómo los demás? ¿Crees que solo quiero a las chicas para una noche? No, no soy así.

Su primera respuesta no me gusto, es decir soy una mas.

- Así que soy una chica más.

- ____… ¿Qué te esperas? Nos acabamos de conocer.

Bajé mi cabeza, avergonzada, él tenía razón.

- Hasta mañana- dije sin mirarle.

Lo miré de reojo, se mordía el labio inseguro, como si se arrepintiera de algo.

- ¿Si te beso te volverás a ir?- le dije arrepentida de no poder enfadarme con él.

- No.

Pero no fui yo, fue él quien se abalanzó sobre mí, besándome. Coloqué mi mano sobre su cintura y él sobre la mía. No fue un beso a los que estoy acostumbrada, era tierno, suave, era amor… aun que yo no supiera que es. Él acarició mi cabello mojado, acercándome más a él. Mordí su labio, el expulso un gemido. El beso se estaba subiendo y estaba vez fui yo quien me alejé. Él se quedó quieto, mirándome, sin entenderme.

- Nos acabamos de conocer- le dije sonriendo.

Antes de abrir la puerta de mi casa le oí gritar “En la ventana, a las 12” ¿Una cita? Una cita a escasos metros de distancia. Estuve todo el día deseando que fuera de noche, que fueran las 12. Johanna no apareció por casa, supuse que se había ido de casa, de nuevo. Hice deberes, escuche música, me quite el vendaje de la mano… ya la tenía mejor. Puse una crema sobre mis moratones, me bañé mirando mi cuerpo destrozado, odiándome por eso.

Me dio tiempo a pensar, no en cosas tristes, no en pasado o secretos oscuros. Me dediqué a buscar algo bonito en mi mente. Quería estar de buen humor cuando Zayn me viera tras la ventana. Lo hice, lo conseguí. Eran pequeños detalles… borrosos, me acuerdo jugando de pequeña en un parque con un chico, yo tendría 5 años… El chico estaba con su padre, él me ayudó cuando me caí de un columpio, como me hubiera gustado tener un padre que me ayudara siempre que me cayera.

Siempre me pregunté como es mi padre, tiene que ser moreno y con ojos verdes o quizás no me parezco a él. ¿Esta vivo? Son tantas preguntas. ¿Lo llegaría a preguntar si un día se digna a aparecer por mi casa? ¿Sabe de mi existencia? La última pregunta es la que más veces me hago. Encendí la televisión y comí, si, comí. Estar días sin Johanna hacía que no me importara tanto mi aspecto. Comí una pizza congelada que había con coca-cola, nada de alcohol, luego de postre cogí unas galletas de mi rincón secreto para urgencias. Me llevé el paquete a mi cuarto y entonces oí como algo chocaba con mi cuarto. Eran las 12.

Fui a la ventana, la abrí y allí estaba él, con su cabello mojado y sin camiseta, se acabaría de duchar. 

- Hola- le saludé alegre con mi mano.

- Hey- sacó una toalla y sacudió su cabello- Me pongo una camiseta y vuelvo.

No ¿por qué? No quiero camisetas. A los segundos volvió con una camiseta lisa gris.

- ¿Por qué estamos aquí?- le pregunte jugando con mi pelo.

- Se me ha ocurrido algo para dejar de ser unos desconocidos- dijo tímido.

- ¿Si? Dime.

- Cada noche, a las doce, nos reuniremos aquí a conocernos. Sé que no puedes dormir, yo tampoco, así que me parece buena idea.

La idea me gusto, pero me asusto.

- ¿Estas diciendo que cada noche quieres que te cuente algo mio?- pregunte aterrorizada, no me gustaba.

- Una noche tú, una noche yo. Empezaremos por lo más fácil. Se pueden hacer preguntas o directamente contar algo. ¿Te parece bien?

- No… no sé, no me gusta eso de contar mis cosas. Para algo son mis secretos.

- Si cuentas tus cosas te sientes mejor. Sé que te cortas, sé que te maltratas de todas las formas posible, si quieres ser algo más para mi, tienes que cambiar.

- ¿Me estas diciendo que vienes de repente a la casa de al lado, me salvas de la muerte y quieres cambiar mi forma de ser?

- Si- dijo por primera vez seguro de si mismo- ¿Aceptas? 

Me tomé mis segundos ¿estaría bien? No sabía que decir, así que las palabras salieron de mi boca sin yo pensarlas.

- Probemos.

Y luego cerré la ventana.

NARRA ZAYN.

Cerré mi ventana y sonreí triunfante, todo iba como yo quería. Mi madre asomó la cabeza por la puerta.

- ¿Qué ha dicho?

- Que probemos- susurré.

- Estoy orgullosa de ti, hijo… Pero ¿estas seguro? ¿No se te ira de las manos?

- No mamá, sé lo que hago, ella tiene que confiar de mi. Eso es lo que me dijeron que hiciera.

Ella suspiro y sonrió.

- ¿Así que la salvaste de la muerte?

- Sabes que no me gusta presumir de mis logros- me acerqué a ella y la despeiné- ¿Hay más pizza?

- Si, no sé como estas tan delgado.

- Hago ejercicio todo los días.

- Sigues siendo ese niño de 6 años.

Me callé, se me había venido una imagen a mi mente.

- Y ____ en el fondo sigue siendo esa niña de 5 años.

- Todos lo sabemos.

- Todos menos ella- dije triste.

- Tu vas a hacer que ella vuelva a creer en todo.

- Esa es mi misión- dije sonriendo, con más ganas de nunca de seguir con mi plan.

Continuara...

Bring Me To Life (Zayn Malik y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora