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El dolor de estomago fue lo que provoco el despertar de Natasha.
La rusa se puso de pie y fue al baño de su habitación mientras caminaba de mala gana.

—Con un demonio, lo que faltaba — Gritó Romanoff cuando se percato de la gran mancha roja que había en su ropa interior.

A la rusa no le quedo otra opción mas que colocarse un protector para aquellos días llenos de dolor para la mujer. Se vistió de manera cómoda y bajo al comedor donde todos sus amigos ya estaban sentados.

—Romanoff, tardaste en bajar — Dijo Steve en tono de preocupación mientras la pelirroja tomaba asiento junto a Bucky.

—Al menos agradece que baje, Rogers — Dijo ella mientras le dedicaba una mirada de total fastidio a Rogers.

Todos en la mesa miraron a Steve el cual tenía los ojos cristalizados.

—Me hablaste feo —Dijo el capitán ganándose varias miradas de burla por parte de sus amigos.

—Tú estas feo — Dijo Romanoff. Una lágrima rebelde salió de los ojos de Steve. Natasha se estaba comportando muy feo con él.

—¿Éstas bien, Natasha? — Preguntó Bucky.

Lo siguiente que paso dejo a todos confundidos. Natasha se había lanzado a los brazos del soldado del invierno mientras sollozaba.

—Al menos alguien se preocupa por mi. Gracias por tanto y perdón por tan poco, Bucky — Le dijo ella sin dejar de abrazarlo.

Barnes tragaba saliva al ver la mirada de odio que le dirigía el blondo. A pesar de todo le devolvió el abrazo a Natasha.

Para todos ya era obvio que la rusa estaba en sus días malos, bueno todos menos Steve Rogers

Días Rojos ||RomanogersWhere stories live. Discover now