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Marzo 2019

Tom Hiddleston visitó por segunda ocasión la Ciudad de México, sin embargo ahora él no sería el centro de atención, al menos eso esperaba, pasar desapercibido y poder disfrutar de los dos más grandes acontecimientos que celebraría ese fin de semana. El primero la tan esperada boda entre Regina y David, su amiga había planeado meticulosamente la fecha en la que quería casarse el 23 de marzo de 2019, 3 años después de su primer encuentro con Hiddleston.

El joven actor acudió a aquel enlace acompañado de su prometida Valerie, pues aunque ya habían pasado 3 años de que le había pedido que fuera su esposa aún no podían llevar acabo aquel enlace, pues las apretadas agendas de trabajo de ambos les impedían acordar un día para por fin poder unir sus vidas en matrimonio.

Tom y Valerie se mostraron muy emocionados, incluso conmovidos ante la ceremonia en la que David y Regina se estaban declarando su amor para toda la vida. Bailaron toda la noche, Tom se sacó fotos con algunos familiares y amigos de la pareja, quienes habían logrado reconocerlo. Pero también brindó por la felicidad de la pareja, dio un amplio discurso que sacó las lágrimas de más de una persona, incluyendo a Regina, quien ese día estaba bastante sentimental.

Regina y Tom sabían que tenían otro compromiso importante que cumplir al siguiente día, pero eso no los detuvo de seguir bailando y bebiendo hasta ya altas horas de la madrugada cuando Valerie decidió llevarse a Tom a su hotel para que descansara un poco, en tanto David sabía que solo había una opción para irse de aquella fecha: anunciar que ya iban tarde para tomar su avión con destino a Londres.



Sabía que beber tantas cervezas la noche anterior era una muy mala idea, aún así Tom hizo su mayor esfuerzo por ponerse de pie y meterse a bañar, pues se le hacía tarde para su "cita" con Regina. Para ella la cosa no fue muy diferente, estaba cansada y demasiado cruda para ponerse de pie.

— Tom me va a matar si no llegamos a la hora— le dijo David jalando la sabana que cubría a su ahora esposa para ver si de esa forma despertaba.

— 5 minutos— pidió ella tapándose la cara con la almohada.

— Está bien, nos divertiremos por ti— le dijo David a Regina mientras sacaba la ropa que usaría esa tarde.

Regina se levantó, primero se talló los ojos, y luego observó a David sacar su ropa y elegir cuidadosamente el calzado que quería usar. Se sentía afortunada de haberse casado con él, de tenerlo a su lado cada día y de por fin decirle que lo amaba pues ahora sí estaba segura de sus sentimientos.

— David— le habló y él se sobresaltó pues no había notado que ya estaba despierta.

— ¿Qué pasó?

— Te amo— le dijo antes de ponerse de pie y correr al baño, a David le dio risa aquel gesto, no le respondió, se dedicó a seguir buscando su ropa.




Encontrarse entre tanta gente ahora sí sería todo un reto, pues el lugar estaba a reventar de gente. Tom y Valerie se sentaron en una pequeña grada semi vacía, pues la gente parecía más ocupada en buscar alguna camisa o una gorra que les recordara que habían acudido al concierto de los Arctic Monkeys, aunque Tom pensó que no para todas aquellas personas el evento sería tan importante como lo era para él y Regina, pues bastaba recordar que ellos se conocieron gracias a este grupo, Tom lo recordaba perfectamente cada que la música del grupo sonaba en algún lado pues sus pensamientos de inmediato se veían invadidos por Regina y era inevitable no recordar alguna anécdota que estuviera relacionada con ella, su mejor amiga.

505 (One-shot de Everything in Its Right Place)Where stories live. Discover now