⊱3⊰ | PROGRESO

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     Múltiples cosas inesperadas y raras había estado viviendo Na Jaemin en el último tiempo. Desde descubrir que estaba de moda considerar a las personas quienes gustaban de la pizza con piña como alguien con problemas, enterarse de que su mejor amigo salía oficialmente con un universitario y que el profesor a cargo leyera sus sentimientos por uno de sus compañeros frente a todo el mundo. Sin embargo, ninguno de esos sucesos lo había preparado mentalmente para encontrarse con Jeno a la salida del instituto esperando por él como si fuese de lo más cotidiano entre ambos.

Donghyuck se había ido corriendo en cuanto la campana sonó, excusándose con que tenía una cita o algo así, por lo que él salió sin prisa al no tener apuro de llegar a ninguna parte y no haber nadie esperándolo en casa. Ordenó todo con calma y, a pasos de tortuga, dejó el establecimiento cuando ya eran pocos los alumnos que continuaban merodeando por los pasillos debido a las actividades extra-programáticas. 

Al levantar la cabeza con la intención de colocarse los audífonos y caminar a su hogar —pues había dejado su tarjeta en ésta y no tenía cómo acortar camino con el metro— se encontró con la sorpresa de que Jeno le hacía gestos con las manos para que se acercara a él desde la entrada.

Sus cuerpo se tensó y apretó la mandíbula dejando de caminar y sin saber qué debía hacer. Sus ojos se movían con velocidad de un lado a otro en busca de una forma de escapar, lo cual parecía ser la mejor opción que tenía en ese momento, sin embargo, no halló nada que lo ayudase a huir de forma disimulada. A esas horas ya nadie, excepto ellos, se paseaba por las afueras del colegio y no le quedaba de otra que continuar con su camino y enfrentar a Jeno pronto.

Exhaló antes de tragar con dureza y sacudir su cabello con nerviosismo. Dio el primer paso vacilante hacia el chico que con una sonrisa lo esperaba y tuvo que aferrarse a las correas de su mochila para mantener la compostura. 

Quiso que la tierra se lo tragara cuando, una vez a su lado, su sistema nervioso lo traicionó y los latidos de su corazón se aceleraron al tiempo que se sonrojaba. Estaba seguro de que Jeno había notado el cambio en su estado anímico y lo poco dispuesto que lucía a sostener una conversación con él en esos momentos, porque había ampliado su sonrisa como si esperara aquello ahora que conocía sus sentimientos y se estuviese burlando secretamente de él.

Jaemin nunca antes había tenido tantas ganas de desaparecer como en ese instante, no quería que su amor platónico lo viese tan vulnerable por su culpa y mucho menos que le causara gracia su ansiedad.  

—¿Nos vamos juntos? —preguntó Jeno sin borrar la expresión feliz de su rostro. El pelinegro quiso golpearlo para que dejara de sonreír y de hacer a las mariposas revolotear inquietas en su estómago, pero se limitó a asentir y comenzó a caminar sin esperar a que el contrario lo siguiera.

Era estúpido negarse si luego caminaría en la misma dirección de todas formas, mas temía a los resultados de su propia decisión y estaba tentado a salir corriendo hacia el otro lado con tal de ya no tener a Lee Jeno cerca poniéndolo tan sediento.

Enrolló el cable de sus audífonos con las manos y los guardó en su bolsillo suspirando resignado. Era una buena opción simplemente quedarse con ellos puestos y fingir que estaba demasiado inmerso en la música como para prestarle atención al chico a su lado, pero no era tan maleducado y, además, no podía solo ignorar el que Jeno quisiera caminar con él incluso sabiendo de sus sentimientos. Era un tonto, pero no un idiota, y el mayor no lucía para nada incómodo todavía.

—Así que... —comenzó con lentitud el rubio y Jaemin contuvo la respiración temeroso de lo que fuese a decir. No estaba listo para hablar sobre lo ocurrido en clase, no todavía—, ¿qué piensas de la pizza con piña?

PUBLIC RESIGNATION 公の辞任 NOMINWhere stories live. Discover now