3. Una Noche Juntos

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Saya y Haji llegaron a la mansión, iban agarrados del brazo aun. Una criada llego a recibirlos y dijo que Joel esperaba a Saya para almorzar.

— Sí, iré en un momento.— respondió ella.

Haji soltó a Saya, estaba nervioso.

— Saya, realmente vas a decirle a Joel lo de... ya sabes...

— Claro, Haji no te preocupes más.

Ambos se dirigían al comedor, lograron ver a Joel sentado en el comedor. Haji se adelantó pero Saya lo detuvo.

— Quiero almorzar con Joel a solas.

Pero Saya.

Hazme caso, Haji... veras que todo saldrá bien.— El joven suspiro no muy convencido y luego se fue.

El día se fue y tras ella llego la noche desde la hora del almuerzo Haji no vio ni a Joel ni a Saya y estaba nervioso. Ceno en la cocina para no pasar al comedor y verlos. Ya a altas horas de la noche Haji se estaba preparando para dormir, aquella noche no cerró la puerta solo la dejo semi cerrada. No podía conciliar el sueño, lo peor pasaba por su mente.

— ¿Y si la castigo por haberle propuesto eso? pensaba él muy preocupado.

De repente escucho el chirrido de su puerta y vio una figura entrar a su cuarto de entre las sombras, se asustó un poco de que fuera Joel y se sentó en medio de la cama. El corazón le latía a mil.

Esta figura se acercó más a él entonces quiso salir de dudas.

¿Saya, eres tú?

¡Sí!  esa palabra, escuchar la voz de su ama hizo que se tranquilizara al instante, entonces significaba que el señor Goldsmith le daba permiso a Saya de dormir con él.

Haji no lo podía creer, estaba muy feliz pasar todo el día en angustia valió la pena, ella estaba en su alcoba y eso era lo importante.

Saya, quiero que me cuentes todo, que te dijo Joel le dijo Haji desesperado.

— ¡Auch! Saya tropezó con una mesa de noche -¡Está muy oscuro aquí! dijo molesta.

Haji reía en voz baja, realmente era un gozo para él tenerla allí solo debía controlar sus emociones y todo saldría bien.

¿Estás bien? le pregunto a su ama.

Saya no le respondió y él la buscaba extendiendo las manos hacia la oscuridad, de pronto la suave luz de la luna se adentró en su habitación, al menos solo iluminando su cama. Vio su sombra en el reflejo de la pared adyacente y vio la sombra de Saya quien removía las cortinas para que la luz lunar entrara por completo.

— ¿Saya, estas bien?—  dijo él dándose vuelta y la vio parada al lado de la ventana que estaba detrás de su cama.

Haji aún estaba sentado en ella y Saya estaba frente a él sonriéndole, con el cabello un poco revuelto, vestida solo con su bata de algodón que le quedaba justo al cuerpo destacando su bella figura, ni en sus más "impuros" sueños vio a Saya tan hermosa. La luz de la luna hacia contraste con ella, Haji no podía ver su rostro claramente pero ella si podía verlo a él.

Sí, lo estoy. No te preocupes, por cierto abrí esta ventana para que no estuviera tan oscuro. – comenzó a hablar armoniosamente. La luna se ve hermosa esta noche, no Haji?

La Otra Forma de Estar Juntos| Blood+Where stories live. Discover now