La tarde normal como de costumbre, sentada en el jardín viendo como poco a poco la luz era tragada por la noche y las estrellas se posaban frente a sus ojos con su insignificante brillo en el universo, pero para ella, un espectáculo de colores.
La noche llego a su punto mas profundo, el silencio era lo único en lo que podía pensar, un silencio abrumador que le permitía escuchar sus latidos, el rechinido de sus huesos y el movimiento de su lengua intentando mantener la boca húmeda, pero nada de esto le molestaba, solo le incomodaba la sensación de tener a alguien a su lado respirando tan profundamente que lograba enrojecer su piel al punto de dolerle. El sentimiento del miedo le empezaba a cubrir todo su ser y la desesperación comenzó a notarse pero ella no sabia que hacer, solo podía llorar y rezar para que se vaya pero solo se acercaba más y más hasta que podía sentir su piel rosando la suya pero para su buena surte desapareció y fue en ese momento que corrió hasta su cama y no hizo otra cosa que cubrirse con las sabanas y llorar en silencio tratando de olvida el tan desagradable momento.
El día daba inicio a su tranquilidad y quería creer que solo fue un amargo sueño que jamás olvidaría, pero cuando llego el momento de ver caer la noche sobre el día comenzó el martirio de sentir la misma sensación, pero esta vez no duro el mismo tiempo, pero el resultado fue el mismo.
La luz del día ya no era suficiente para calmar la ansiedad que tenía, pero no podía evitar que llegara la noche, así que ideo un plan; no salir de su cuarto hasta que el amanecer tocara su puerta. Su miedo comenzó a disminuir paulatinamente hasta que la oscuridad le hizo recordad aquella sensación, pero esta vez no sería como antes.
El ocaso iniciaba, pero parecía que no iba a suceder nada así que se acerco a la puerta con el miedo mas intenso que una persona podía tener, podía sentir sus latido en la garganta, y cuando sus ojos veían la posición en la que era congelada por el terror sintió como su corazón dio bombeo que hasta el pecho le dolió, lo que vio le causo tanto pánico que no pudo hacer otra cosa que deslizarse por su puerta y llorar tan desesperadamente. No paso mucho para que la puerta comenzara a ser golpeada y paso de llorar a gritar con todas sus fuerzas esperando que lo dejase en paz, pero no se detenía y ella sabia que la noche en la que estaba seria la ultima y su muerte seria atroz, de pronto se detuvo el golpeteo y pensaba en llamar a la policía, pero ¿Qué les podía decir?
Su tormento tenía que acabar, se levanto del suelo y con las piernas temblando y su corazón a punto de estallar se acostó en su cama pero el pavor de tener que pasar otra vez por ese momento la mantuvo mirando el techo hasta que de la nada escucha como la perta en azotada y una sombra entro a una velocidad tan alta que con esfuerzos podía notarse pero de cualquier forma su destino estaba sellado y lo sabía, así que no hizo nada y se quedo en la misma posición hasta que la sombra se acercaba lentamente a su oído pare decirle con una voz grasosa e irritante que él se quedaría ahí y ella movió la cabeza solo para ver que la cara que tenía era tan horrible, unos huecos por ojos, una sonrisa de oreja a oreja que le dejaba ver cada diente y una nariz casi nula que le dejaba una oscuridad mayoro previendo de dentro de su ser, fue solo entonces que después de ver todo eso que su cuerpo no lo soporto más y se desmayó.
El alba llego y sus ojos poco a poco se abriríantemerosos de tener que ver a esa cosa, pero solo podían ver los espejos que rodeabancada parte de la casa.
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Sigo aquí
HorrorLa belleza de lo desconocido puede ser la cosa mas horrible que podamos ver en toda la vida, si no me crees, duerme con un espejo a un lado de tu cama