Perfecto (Lo que nunca te dije Fanfic)

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Esta historia es ficticia, no sucedió en la vida real. Es sólo un final imaginario.
Basada en la historia de notas "Lo que nunca te dije" de Hannadekliesen (Basada en hechos reales).
Se les recomienda que lean la historia antes de leer esto.

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Ingrid sostuvo su celular con ambas manos mientras leía la última nota que Diana había dejado en wattpad para ella. No podía evitar dejar caer esas pequeñas y transparentes lágrimas que salían de sus ojos oscuros. Sentía en su pecho un dolor fuerte y punzante ¿acaso todo era su culpa? ¿Cómo iba a saber ella que una de sus mejores amigas sentía esa clase de amor por ella? Se distanció y evitó todo contacto con ella...
Pasaron semanas, meses y años... Pero ese dolor punzante no se iba. Todas las noches revisaba las notas que ella le había escrito en páginas de una pequeña libreta y las abrazaba fuertemente contra su pecho, haciendo que su corazón latiera con fuerza y el dolor desapareciera por un par de segundos. Le gustaba recordar su castaña y corta cabellera, esos ojos grandes y oscuros, esa sonrisa tan tímida que salía en pocas ocasiones. Era tan linda, tan amable, tan loca y creativa. No había vez en la que no la hiciera sonreír y de vez en cuando sonrojar, a ella definitivamente le gustaba ver feliz a sus amigos.
Diana... Dianita. Siempre tan dulce. Le gustaba pensar en ella para olvidarse de ese horrible dolor en su pecho y poder dormir tranquila.

Era febrero, el cumpleaños de Ingrid se acercaba pero ella no lo podía superar ni olvidar; aunque tampoco era como si se esforzara mucho en mantener contacto con ella. Pero tomó el valor de mandarle un mensaje de texto, invitándola a la fiesta que organizaría en un par de semanas.
¿Y si no quiere ir? ¿Y si me odia? Pensaba mientras esperaba la respuesta de aquella chica.
Se detuvo a pensar un momento en lo que le sucedía. Se le pasó por la cabeza que a pesar de haber pasado tantos años, tal vez y sólo tal vez, guardaba sentimientos románticos por ella, después de todo, no podía dejar de pensar en ella ni un solo segundo. Pero eso sólo lo sabría hasta que la viera de nuevo.

Diana nunca respondió al mensaje, pero, la vida sigue ¿no? Ingrid siguió con los preparativos de la fiesta que sería al día siguiente, tenía todo listo: vestido, botanas, música, adornos, etc.
Checó el chat con su vieja amiga una última vez antes de irse a dormir, no sin antes leer de nuevo aquellas viejas notas con tan hermosos sentimientos. Eran su más grande tesoro. Dio un ruidoso suspiro y se quedó dormida.

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Al día siguiente, por la tarde, la cumpleañera sé encontraba frente al espejo, observando su vestido detalladamente. No era tan largo, pero tenía hermosos pliegues a un costado, dejando ver sólo una pierna. Le gustaba llevar el cabello suelto, al menos en ese caso, pensaba que se veía más bonita y menos formal. Su maquillaje no era exagerado, pero tampoco muy discreto, simplemente perfecto para la ocasión.
Revisó su celular, sin perder la esperanza de que Diana le respondiera el mensaje, pero no lo había hecho. Bloqueó su celular y dio un fuerte suspiro triste, dio unos últimos retoques a su cabello antes de irse a la entrada de la casa a recibir a los invitados.

Iban entrando familiares y amigos, los recibía con una sonrisa y un abrazo, dándoles las gracias por haber asistido. Le dolía no encontrar la cara que deseaba ver, habían pasado muchos años y no sabía como luciría ahora.

Su madre le pidió que fuera a divertirse y ella seguiría recibiendo a los invitados, Ingrid aceptó ya que no la estaba pasando muy bien. Caminó hacia el pequeño patio donde toda la fiesta se estaba llevando a cabo con música a un alto volumen, comida elegante y luces de muchos colores. La gente se acercaba a ella, la saludaba y felicitaba, ella respondía pero no muy feliz del todo, aún así, intentaba disimularlo, quería evitar las típicas preguntas de "¿Qué tienes?", "¿Estás bien?" de parte de sus invitados. En esos momentos, Ingrid odiaba ser la anfitriona del evento, ella prefería encerraste y llorar en silencio sin que nadie le preguntara porqué.