XXVIII

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É L



— Él sufre... Lo veo cuando aprieta sus nudillos con fuerza y su mandíbula se tensa, no permite que el dolor embargue su cuerpo porque no quiere que sus rodillas toquen el suelo. Él no quiere verse derrotado y huye de todo aquel que amenace con querer hundirlo.

Él sonríe y aprieta sus dientes para aparentar una felicidad que no siente, que no vive. A demostrado tantas veces esa máscara para evitar la autocompasión y las sospechas de muchos, tanto, que ya se le hace fácil coserse a sí mismo cada vez que nadie lo ve, puede burlarse como un hijo de puta, puede ser capaz de herir incluso a aquella mujer que crea el amor de su vida. Pero el conformismo lo ha mantenido aislado de un cambio, sabe que no vale la pena y  no ha salido de esa burbuja porque no deja que nadie entre en ella y la explote...

Él... Sí, él. Porque no solo las mujeres obtienen un papel protagónico. Los hombres también sufren, ellos también lloran.



PAIN IS BEAUTYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora