Accidental |NejiTen|

2. Remembranza del Fin y del Principio

Tenten se resignó a inhalar y exhalar pesadamente dentro de la camioneta, apoyó su brazo sobre el marco de la ventanilla aprovechando que estaba abierta y dejó que el viento chocara contra su rostro.

El silencio era todo lo que había y ella no tenía la menor intención de acabarlo, prefirió contemplar el paisaje otoñal. Neji hizo comentarios esporádicos y ella respondió con monosílabos, matando todos los intentos del Hyuga de tener una conversación.

Se preguntó por qué decidió asistir a la boda de Hinata. Por supuesto que era un momento importante para la Hyuga, pero Tenten pudo enviar un buen regalo y evitarse los gastos del vuelo y el tren. Ahora se encontraba en un rincón recóndito y olvidado de los dioses, aplazando el trabajo que la esperaba, incrementando por cada hora transcurrida. A pesar de todo, el viaje y el trabajo eran lo de menos, tenía que enfrentar la vergüenza de los sucesos pasados; si bien la familia Hyuga le tenía cierto aprecio, dudaba que Sayuri Maeda o Neji la toleraran mucho tiempo...

Pero Hinata era una amiga cercana y Tenten compartía con Naruto una amistad de toda una vida...

Y pensar que hace medio año juró no volver a este lugar...

Se rió internamente de sí misma, en los últimos días faltar a su palabra era de sus deportes favoritos. Ya había arriesgado demasiado al echarse al nuevo mundo con un pasado manchado y un corazón hecho malditos añicos, no podía seguir arriesgando toda su carrera, ella solo quería olvidar su estupidez y a la persona que estaba al lado suyo...

Asumió que era una criatura sin remedio, propensa al masoquismo y las terribles decisiones. Su subconsciente tenía toda la razón — viera por donde lo viera —ella no debió regresar jamás, tenía razones suficientes y recordaba todas y cada una de ellas...

Estaba esperando en el recibidor con las manos sudorosas , con el miedo corriendo por sus venas y aflorando en sus facciones. Aún vestía la ropa de la noche anterior, Rock Lee apenas pudo contenerla cuando el escándalo estaba en las portadas. Ni siquiera las sensatas palabras de Gaara pudieron persuadirla de esperar a que las aguas se calmaran para brindar explicaciones que ciertamente no tenía.

La realidad volvió a golpearla en cuanto Neji ingresó a la sala envuelto en una capa de hermetismo y apatía, su mirada acusadora debió ser advertencia suficiente, pero Tenten todavía quería intentarlo.

—Lo... Lo siento mucho Neji —habló torpemente, reprochándo su falta de fuerza, su falta de juicio — no tuve la menor intención yo no...

La mirada que él le dirigió fue difícil de clasificar, el negó, con una expresión de burla, a ella, a la situación, a ese momento... ella no lo supo.

— No hay nada que puedas hacer Tenten.

—Puedo rendir alguna declaración...Tengo muchos contactos y puedo hacer que—

— ¿Hacer qué? ¿Para qué? ¿Qué va a cambiar? Mi compromiso está roto y mi reputación por los suelos Tenten, ¿qué podría hacer alguien como tú?

Tenten bajó la mirada, indispuesta a hacer frente a la actitud lacerante que él decidió tener con ella.

— N-No pensé —el hombre volvió a interrumpirla.

—¡Por supuesto que no pensaste, Tenten, te presentaste ebria el día de mi compromiso y echaste todo lo que pudiste tomar de mí a la puta carroña!

—Hablaré con Utakata —respondió desesperada— él puede hacer que—

—Utakata...—pronunció con ironía —no deseo nada de él mi querida Tenten... —ella levantó la mirada con desconcierto, su arrepentimiento comenzaba a diluirse y la necesidad de defenderse ardía en cada célula.