One shots

Vuelves a mis brazos

Suspire por quinta vez volviendo a mirar una de nuestras fotos, era como si ella fuera a volver en cualquier momento a abrazarme y todo esto se fuese a convertir en una pesadilla.

Hace dos años, nuestra hija menor Allegra había desaparecido y hace una semana, exactamente en el mismo sitio y el mismo día su madre Eliza había desaparecido también.

Éramos cuatro en la familia y ahora solo quedamos dos, es como si alguien quisiera hacernos daño, arrancándonos poco a poco de nuestro hogar y mandándonos fuera, quien sabe dónde, solo para hacer trabajar a una pandilla de policías que nunca han llegado a resolver completamente un caso.

-Iago, tienes que ir a dormir, no puedes estar despierto toda la noche y más cuando mañana tienes partido.

Me giré dando un pequeño bote, era Enzo, el hermano gemelo de Eliza, mi mujer, ellos me ayudaron con el tema de su desaparición, perder a tu pareja y después a tu hija no es fácil, pero que nada fácil.

-Perdón, no quería asustarte-masculló el entre dientes.

-No pasa nada Enzo, no quiero dormir, ¿Y si las encuentran? ¿Y si la policía conoce otra pista?-hable atropelladamente, está situación me superaba.

-Te despertare y serás el primero en saberlo-dijo el interrumpiéndome- te lo prometo

-Está bien-comenté rendido.

Más tarde el despertador sonó, había conseguido dormir seis horas seguidas, nuevo récord y ahora tenia que irme a jugar, no tenía ganas, pero mi equipo me necesitaba.

Nada mas llegar recibí una llamada, sabia que era importante, pero no llegué a responder a tiempo y se cortó, ya llamarían otra vez.

Salí al campo, después de besar el tatuaje con sus nombres, alce la mirada al cielo y me prometí a mi mismo que daría lo mejor de mi en este partido, por ellas, por mi y por mi equipo.

Quedaban diez minutos, íbamos ganando tres a cero, había conseguido meter goles, el entrenador me llamo, parando el partido.

-Aspas, tienes una visita en el vestuario, debes entrar, ahora.

-Ya voy mister.

Entre al vestuario pensando en quien sería esa visita, ahí es cuando la vi, dos años habían pasado de su desaparición, estaba más alta, más guapa y se parecía más a su madre.

-Cariño-No me lo pensé dos veces y la abracé, la echaba mucho de menos.

-Papa-Ella comenzó a llorar- Mamá me dijo que corriera, ella no pudo escapar.

-Allegra, mi vida, lo importante es que estas aquí conmigo, salvaremos a mamá, te lo prometo.

Volví a abrazarla, es como si se fuera a esfumar en cualquier momento y yo no puedo era hacer nada, pero no, era real, acaba de recuperar a mi princesa, después de dos años buscándola incansablemente.

Allegra ya estaba con nosotros, ahora solo faltaba traer a Eliza, lo íbamos a conseguir, eso estaba más que claro.