Promete que volverás...

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Recuerdas cuando nuestros hijos nacieron, le dijo Lisa mientras el manejaba hasta la casa de ella.

-si lo recuerdo-

Ese calor suave al cargar a nuestros pequeños, y tu sonrisa al verlos por primera vez.

-no era el único feliz-

En ese momento estaba nerviosa y drogada, así que no te burles.

-yo estaba sumamente enamorado, además era nuestro sueño tener una gran familia-

Lo sé, y quiero disculparme por eso.

Pero ahora debes concentrarte en lo que voy a decirte.

No confió en Pauline, pero si esa tal madame hizo todas esas cosas....

Tengo miedo de lo que pueda pasarte.

-ese niño, podría tener una pista de nuestros hijos, así que...-

Prométeme que volverás a salvo.

-hasta encontrar a nuestros hijos, no pienso morir-

*

*

*

Había asegurado eso, pero ahora estaba algo nerviosos.

Aun así, trataba de no mostrarlo.

Se encontraba sentado en una silla mecedora, mientras cargaba a Billy.

Madame se había marchado hacia un rato, dejándole con Dennis.

Billy dormía tranquilamente, parecía bastante feliz en sus brazos.

El por su parte trataba de pensar en sus hijos, recordando cuando tenía que desvelarse para que se durmieran, pues Lisa estaba muy cansada para hacerlo.

-te vez bastante bien Waylon-

Él sonrió, antes de dejar en la cuna a Billy.

Ambos abandonaron la habitación, lo que no le sorprendió es que Dennis cerrara con llave la puerta.

-será mejor que me vaya a dormir-le dijo este, mientras caminaban tranquilamente.

-sí, ya es bastante tarde y mañana Eddie y yo iremos a cenar-

-estas muy feliz con Gluskin, ¿no es así? –

-lo amo, y no puedo creer que él desea casarse conmigo-

Ambos sonrieron, y siguieron charlando mientras se retiraban a sus respectivas habitaciones.

Sabían que les vigilaban, y que, si hacían o decían algo sospechoso, el horroroso bebé que dormía a unos metros, no sería lo peor que verían esa noche.

*

*

*

*

*

En cuanto regreso a su habitación, Trager ya le esperaba.

Era una fortuna tener a un médico al tanto de su salud.

-si estás aquí es por algo importante-

-me temo que son malas noticias-

-entonces no me lo digas, prefiero no saber nada mas-

-compañero sé que esto es difícil, pero debes estar al tanto del tiempo...a menos que no quieras...-

-soy consciente de lo que pasara conmigo, agradezco tu preocupación...-

-solo tres meses, a menos que comiences un tratamiento...-

-eso no pasara, ya te lo dije Trager-

- ¿Madame ya sabe de esto? -

-le informe hace días, sabes que no puedo ocultarle nada a ella-

Trager sonrió, mientras terminaba de colocarle las inyecciones para el dolor.

En verdad era una fortuna tener un médico.

Al menos por ahora...

*

*

*

En cuanto Waylon bajo del taxi, ella se arrojó a abrazarlo.

Había estado tan preocupada desde que dejo que él se fuera.

Estaba dispuesta a decirle que olvidaran todo y escaparan.

Aun cuando sus hijos estaban involucrados y perdidos.

Ya no quería saber nada más.

Deseaba tanto escaparse de toda esta pesadilla.

- ¿Qué ocurrió? -

-necesito que vengas conmigo...-

Ella subió al taxi con Waylon.

Este se veía fatal, se notaba que algo malo había pasado.

- ¿A dónde vamos? -

El no respondió, seguía mirando sus manos.

Solo detuvo el taxi antes de salir de la ciudad, pago y salió de este.

Ella le siguió, y se sorprendió de encontrar también a Pauline en el lugar.

Pero había alguien más.

Un pequeño niño.

Era idéntico a su hijo, pero...algo dentro de ella le decía que no era el...

Hotel Mount MassiveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora