Eran las 2 con 4 minutos de la tarde del lunes cuando Christian se presentó ante la doctora Morales. Cuando llego, la doctora estaba dándole instrucciones a un joven doctor sobre cómo debía proceder con las terapias de otro paciente.
─Christian en seguida estoy contigo, dame dos minutos. ─Christian observaba muy impaciente a la doctora. Ella se preocupaba de que todos los pacientes recibieran los mejores cuidados de los doctores menos experimentados.
─Haré lo que me dices Angélica, no cambiare de método hasta que el brazo del paciente no muestre mejorías. ─el doctor Ramírez quien era obstinado termino por darle la razón a Angélica.
─Ven Christian, sígueme. ─el la siguió conduciendo el solo su silla, no quiso que ninguno de sus familiares lo acompañara ese día. ─ ¿Cómo estas hoy?
─Bien, entusiasmado.
─Eso es lo importante. ─la doctora se detuvo cuando llegaron a la puerta de la sala de entrenamiento y le dijo. ─Solo recuerda ser paciente Christian, tu recuperación puede tardar un tiempo.
─Lo sé.
Ese primer día la doctora solo quería estirar sus piernas, ver cómo estaba la circulación de sangre en sus piernas y si estaban totalmente sanados sus huesos. Por eso razón Christian estuvo sentado todo el tiempo en el suelo de varias maneras mientras la doctora estudiaba su flexibilidad.
─El objetivo de estos ejercicios es preparar tus piernas para que se mantengan firmes cuando te pongas de pie.
─Entiendo... Aunque de todas formas no puedo sentir nada.
─Pero eso no quiere decir que no te puedas fracturar.
─Si. Uff... ─Christian estaba un poco exhausto por tener que mover tantas veces sus piernas. El término acostándose por completo en el suelo que estaba cubierto por una suave alfombra color vino. ─Deme... Deme pal de minutos antes de continuar doctora.
─No, está bien, recobra el aliento, descansa.
─Me he cansado como nunca y apenas es el primer día.
─Si pero te acostumbraras, siempre que no dejes de venir a tomar las terapias.
Christian descanso un buen rato, tanto que casi se queda dormido. La doctora sentada frente a una computadora revisaba los últimos análisis hechos a él comparándolo con lo que había visto esa tarde.
─Christian iré a la cocina, te traeré una botella de agua. ¿Tienes sed?
─Sí. Tráigame una y gracias.
Había pasado casi una hora desde que Christian llego cuando Lorena fue a verle. Ella traía una sonrisa la cual intento esconder pero no pudo. Ella estaba en el pasillo viendo a Christian a través de una puerta con cristales transparentes.
─ ¿Porque tan sonriente Lore? ─una voz repentinamente aunque familiar surgió detrás de ella cuestionando su sonrisa.
─Le sorprendió ver que eran Patricia y Sophia. ─Oh... ¿Y qué hacen ustedes aquí, hoy? ─dijo ella extrañada de que estuvieran hay.
─Lo mismo nos preguntamos nosotras. ─Sophia tenía en su rostro una sonrisa pícara cuando observo a Lorena.
─Ya sabemos todo Lore. Tu madre ya nos contó. ─Patricia hablo como detective en interrogatorio.
─... ¿Qué? ─ella pensó que había hecho algo malo. ─No entiendo. ¿De qué me hablan?
─Sobre tu amigo, el que viniste a ver.
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Distancia Entre 2 Puntos ✔️
Romance─Mama... ¿Tú crees que algún día, yo tenga un novio? ... ... Lorena es una mujer invalida que cree que los hombres que se acerca a ella lo hacen por lastima. Ella no cree en el amor desde hace años, hasta que conoce a Christian, un hombre que tras...