El Mejor amigo de papa 2 ''Harry y tu'' Adaptada

Capitulo 8

—Hola Mick. —susurré con lágrimas en los ojos.

—Mamá.

— ¿Si hijo?

— ¿Por qué las luces están apagadas?

No podía ser, la lámpara enorme en el techo iluminaba toda la habitación perfectamente, solo había una respuesta para ello, pero me reusaba a creerlo, mi hijo no podía quedar ciego.

—Mick hijo...

— ¿Qué pasa mamá?

Me levanté inmediatamente y corrí a buscar al doctor, este dejo lo que hacía y corrió de inmediato a la habitación.

—Señora Styles, tiene que abandonar la habitación.

—Pero...

—Tengo que revisar a Mick.

—Mamá dime que solo están las luces apagadas. —no respondí. — ¡Mamá! —gritó asustado.

No pude hacer más que salir de la habitación antes de lanzarme al piso a llorar.

— ¿Qué paso? —me preguntó Harry.

—Mick despertó.

— ¿Y por qué lloras?

—Nuestro hijo está ciego.

—No puede ser... —murmuró. — ¿Por qué?

—Despertó y me preguntó si las luces estaban apagadas, el doctor lo va checar.

Una hora después el doctor salió del cuarto de Mick.

— ¿Qué paso doctor? —interrogó Harry.

—El golpe que recibió afecto considerablemente el sentido de la vista, tanto que Mick ha quedado ciego.

¿Por qué malas noticias llegaban ahora que finalmente era plenamente feliz?

— ¿Puede recuperarla?

—Hay una operación, pero, no siempre es efectiva, además debe esperar un año como mínimo.

—Esta bien doctor, gracias.

El doctor se fue, Harry me abrazo y beso el pelo.

—Si tan solo le hubiese insistido a Alessia cuando le llamé por la tarde.

—Cuando no te toca, ni aunque te pongas, y cuando te toca, ni aunque te quites.

—Harry lo dices como si...

—No se puede cambiar el pasado ______. —me interrumpió. —Pero podemos intentar arreglar el ahora, el mañana y el día siguiente, y el siguiente. Mick no está solo, tiene una enorme familia que va estar con él en esta dura etapa. Llamaré a mi familia y a la tuya, todos van a estar aquí.

—Harry, ellos tienen sus vidas en otras partes. 

—Las vacaciones de verano empiezan, siquiera que se queden estos dos meses.

— Esta bien.

No me negué porque sabía que le haría bien a Mick estar rodeado de toda su familia, de la gente que lo ama.

Una semana más después de que Mick despertó por fin podemos volver a casa.

La familia había aterrizado hoy, tanto los Tomlinson como los Styles. Ambas familias se iban a quedar en Roma por dos meses, luego todos volverían a sus vidas en Londres y Los Angeles.

Mick se mantuvo callado todo el camino, no hablaba mucho, se encontraba en una pequeña depresión, quien no se iba sentir así al perder la vista.

—Todos están en casa. —intenté sacarles charla.

— ¿Todos?

—Anne, Des, Robin, Gemma, Flink, Chris, Amy, Louis, Eleanor, Jace, Matt, Leanna, Jamie, Scott, Kate, Michel, Rob, Sany, Zayn, Marian, Alina, Jason, Pia, Liam, Lucas y Niall.

—Esta bien, pero preferiría subir a descansar.

— ¿Seguro?

Solo asintió.

Harry estaciono, todos estaban en la sala reunidos pero cuando Mick los ignoro y yo lo llevaba hacia arriba, borraron sus sonrisas.

Acomode su cama y le ayude a ponerse la pijama, apenas eran las 7 pero aseveraba que tenía sueño.

Mick se acostó, yo salí de la habitación.

Todos estaban en silencio abajo, los saludé uno a uno aunque me sentía desganada, mi pobre hijo estaba sufriendo, no se necesitaba ser muy listo para darse cuenta. Ciertamente me daba impotencia no poder ayudarlo.

— ¿Cómo esta? —preguntó Eleanor.

—Muy mal mamá, se nota lo deprimido que esta.

— ¿Puedo tener una charla con él? —preguntó papá.

—Esta bien, pero dudo que te preste mucha atención.

—No importa.

Papá subió a la habitación de Mick. El dicho, mas sabe el diablo por viejo que por diablo le quedaba muy bien a mi papá. No era del todo viejo, tenía 51, sin embargo, sus experiencias en la vida le habían dado mucha sabiduría. El era como el padre de todos, el siempre sacaba la solución a los problemas.

Bajo una hora después con Mick. Mi hijo saludo a todos, se notaba un poco más animado que antes.

— ¿Qué le dijiste? —le pregunté.

—Es nuestro pequeño secreto hija. —me abrazó. —No cabe duda que soy muy dichoso, tengo la familia más hermosa del mundo, lo que siempre quise tener. Nietos grandes y bellos, cuatro hijos maravillosos, una esposa hermosa que me ama y a la cual también amo mucho. Soy feliz. —besó mi frente. 

— ¿A qué se debe tanta felicidad?

—Solo, a que, ahora estando todos reunidos no lo sé, me hicieron darme cuenta de lo afortunado que soy. Tienes un esposo increíble, trabajador y que te ama, dos hijos maravillosos y una casa hermosa ¿Para qué quieres más? Solo le pido a dios que tu hermosa vida nunca acabe.

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