Un Viaje Eterno (Vikings) Ivar Lothbrok

Nº20: Cautivador

A la mañana siguiente despierto con un intenso dolor de cabeza, abro los ojos lentamente y veo a una de las esclavas de ayer ordenando la habitación.

- El señor Arne la espera en el salón mi reina- dice de pie junto a mi cama.

Me levanto y me visto con lo primero que veo cerca de la cama. Un pantalón negro y una camisa grande color blanco. 

Camino hasta el salón y veo a Arne quien me mira con el ceño fruncido. Me siento en la gran silla en medio sin decir nada.

- Ayer desapareciste- dice mirándome mientras como uno de los panes en la mesa.

- Luego de hablar con Bjorn fui a mi habitación- respondo pidiéndole a una de las esclavas que me sirva agua, no tengo ánimos de alcohol hoy.

- ¿Sola?- pregunta haciendo que levante la mirada para verlo a la cara.

- ¿Que insinúas Arne, hay algo que quieras decirme?- pregunto dejando la copa en mesa bruscamente.

- No creo que la compañía que tienes durante las noches sea muy conveniente- dice poniendo su atención en el plato de comida frente a el.

- ¿ Por qué lo dices?

- Sabes que Alvheim a pesar de no ser de los reinos mas grandes, tiene mucho mas terreno que el hogar del rey Harald.

- ¿ A donde quieres llegar?

- Quiero decir que si llegas a tener un hijo de esos encuentros no sera benéfico para tu pueblo- dice remarcando la ultima palabra.

- No tienes que preocuparte por eso, si llega a suceder ya me encargare - le digo intentando calmarlo. 

Se que las intenciones de Arne siempre han sido aconsejarme y ayudarme a llevar mi reino, pero aún cree que soy una niña.

- No quiero que pienses que dudo de tu manera de llevar Alvheim- dice mirándome- Pero sabes que un rey o reina jamas puede pensar en el primero. Siempre esta su gente, el bienestar de todos por delante- dice terminando su comida y retirándose dejándome sola analizando cada palabra que me dijo.

Yo solo quiero que Alvheim prospere y se supere cada día, jamas ha sido mi intención intervenir para eso no suceda. 

No seré una reina anticuada pero tendré  en cuenta que todo lo que haga deberá ser de manera mas discreta. 

Termino mi desayuno sin ánimos y me retiro. 

Salgo a despedir a nuestros primeros visitantes, Harald y Halfdan quienes han decidido volver a su hogar. 

Me dirijo hasta el muelle y me quedo al lado de Arne.

- Que tengan un buen viaje, en Alvheim siempre tendrán un lugar al cual volver- digo mirando a Halfdan.

- Esperamos volver algún día- dice despidiéndose para subir al barco junto a los hombres que los acompañaron. Harald se acerca y besa mi mano para luego hablar.

- Nos volveremos a ver reina Brynja de Alvheim- dice alejándose para subirse al barco junto a su hermano. 

Noto como Arne lo sigue con la mirada hasta que se alejan, la gente comienza a retirarse del muelle dejándolo solo con las personas que lo resguardan.

- Ahora puedes relajarte- digo mirando a Arne.

- Aún no- dice moviendo la cabeza en dirección a los hijos de Ragnar quienes parecen estar hablando entre ellos.