Cliché 29: El mago de Oz 2/2.

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Camila se detuvo al llegar a una parte del camino que estaba en un estado más deprimente que las actualizaciones de la creadora.

En cambio, Dustin el espantapájaros ni siquiera se inmutó, el siguió caminando hasta que tropezó con uno de los ladrillos y así hasta que lograron por fin cruzar, provocándole a Camila reír fuertemente.

Al llegar a un bosque de repente, Camila miró al cielo.

– Hasta que te dignas a aparecer – me dijo con su ceño fruncido y manos en su cintura – llevamos más de dos meses dando vueltas como imbéciles – rimaste jajjaja. Camila puso sus ojos en blanco.

– ¿Con quién hablas? – le preguntó Dustin confundido, entonces la chica más hermosa de Oz lo miró – no veo a nadie más por acá – Camila lo miró con su semblante serio – no tiene mucho sentido eso, señorita – Camila cerró sus ojos fuertemente al escuchar aquella palabra.

– Por favor no... – susurró, casi rogándome.

– Me encanta cuando me llamas señorita – apareció Peter interpretando al leñador de hojalata. Camila lo miró parpadeando varias veces – ahora en inglés, I love it when you call me señorita. Sin coma – le guiñó galantemente. Dustin abrió su boca asombrado, mientras que todos ignoraban los ladridos de Billy.

– Se supone que no te puedes mover – dijo Camila recordando la verdadera historia. Peter se encogió de hombros – ¿De dónde saliste? – preguntó tocando su pecho con su índice, dándose cuenta de que en efecto era muy fuerte. Estaba completamente plateado y tenía un hacha sostenida con sus manos – ¿Puedes caminar? – Peter negó con su cabeza.

– Debes lubricarme – respondió tratando de que no sonara mal, sin embargo no lo logró. Camila lo miró asqueada y Dustin trató de no fruncir el ceño – estoy oxidado, pervertida – reclamó Peter ofendido antes de sonreír maliciosamente – claro que, si quieres podemos...–

– No oh la la la – canturreó Camila de inmediato – no seas iluso oh la la la – Peter hizo un gesto – en fin, supongo que debemos continuar sin ti...– comenzando a caminar.

– No podemos dejarlo aquí, Camila – dijo Dustin sin comenzar a caminar. Camila puso sus ojos en blanco dando la vuelta.

– ¿Por qué? – preguntó en realidad confundida.

– Yo lo lubricaré – asintió Dustin. Camila abrió su boca el doble de asqueada que antes, por el simple hecho de que sonaba demasiado mal.

– Amigo, no es necesario eso...– rió Peter nervioso. Al escucharlo, la expresión de Camila se suavizó confundida.

– Tú tranquilo – dijo Dustin, sin embargo no fue necesario, ya que Peter de inmediato se movió dando una vuelta, dejando en claro que ya no necesita lubricación – listo – asintió. Camila suspiró aliviada.

– Gracias – me susurró. De nada, amor de mi vida.

– Ahora, los acompañaré en su búsqueda – dijo Peter dirigiendo su mirada a Camila quien se cruzó de brazos, exigiéndole respuestas con su mirada – necesito que me dé un corazón, ya que tú te llevaste el mío cuando me dejaste – Camila puso sus ojos en blanco mientras que, sin saber de dónde, suspiros aparecieron en el soundtrack.

– Ya que – suspiró Camila dando la vuelta y comenzando a caminar. Peter y Dustin chocaron puños, y Billy era completamente ignorado por todos.

El extraño grupo caminó hasta encontrar de nuevo el camino amarillo, el cual estaba cubierto por árboles, ramas muertas, arbustos y hojas secas... la verdad es que omití como veinte páginas y simplemente decidí continuar con el siguiente personaje.

Cliché.Where stories live. Discover now