1. Mi Orden, Mi Desorden

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Tomé mis cosas y rápidamente me coloqué los zapatos para irme hacia la universidad.

Creo que no hace falta mencionar que llego tarde a estadística III. Lamentablemente, para la señora Morris siempre llegaré tarde y no es porque quiera, sino porque tengo mala suerte, es decir, no se organizar mis tiempos.

Digamos que la noche del domingo, me refiero a ayer, me quedé hasta tarde perfeccionando el reporte para clase de literatura.

Ya ven, necesito créditos y esa clase es lo más cercano a lo que se me hace más fácil, aún así, no me gusta la literatura. Tranquilos, no la encuentro aburrida, solamente no me llama la atención, no he encontrado ningún libro a mi gusto.

Luego de terminar el reporte vi la hora, me di cuenta de que era pasado la media noche.

¡Diablos! Mis horas de sueeeñoooo...

Coloqué el escrito dentro de mi mochila junto a los cuadernos que necesitaría para el lunes, eran solo dos. Ya saben, la universidad no es como la escuela.

Al menos para mí, no es muy agraciado estudiar dos semanas antes de un certamen, pero debería hacerlo, así pasaría con al menos 85 y no con 75. No es gran diferencia, pero me quedaría con la conciencia tranquila.

Mientras hay personas que pasan con 95-100, hay otras que con suerte llegan a 40-45, pero eso no es lo importante, lo principal es no reprobar el ramo, ya que si lo haces, puedes incluso retrasarte un año en tu carrera, y como ven eso no está en mis planes.

En fin, la señora Morris ni se molestará en reprochar a esta chica, por lo que, entraré sin ser vista por ella.
Apresurademente me dirigí hacia los asientos de en medio, así no estaría ni muy lejos ni muy cerca del pizarrón.

Por si no lo había dicho, necesito lentes para ver de lejos, miopía se le llama. Afortunadamente, los traje y los coloqué en mi rostro antes de llegar a un asiento. Al posar mis cosas en el mesón, rápidamente, me senté y no dije palabra alguna.

Vas bien Sittah, vas bien...

— Señorita Sams, ¿Puede decirme que se debería hacer en este ejemplo para transformarlo en un polígono de frecuencias?

Rayos, me ha notado... ¿Cómo es eso posible, siquiera los profesores quieren saber de nuestra existencia aquí? Que mala suerte la mía...

— Posicione los datos en el eje de abscisas y las frecuencias absolutas en el eje de ordenadas —Sugerí. De algo sirve estudiar en el transporte.

Hey, si llegas tarde, debes ser precavido.

La señora Morris quedó pensando un momento.— Prosiga.

Trague saliva.— Si la variable tiene valores, entonces añada una barra igual a la de frecuencia absoluta y si los une, formará el polígono.

Asintió.— Gracias por su aporte —Nos dio la espalda a los alumnos, pero se apresuró a decir.— Será mejor que no llegue tarde para la próxima, su presencia llama mucho la atención a 15 minutos de ya empezada la clase.

Iba a hablar, pero levantó su dedo índice y me interrumpió.

— No hay excusas esta vez.

Y todo de espaldas. ¿Tendrá ojos allí?

Bufé a la nada y comencé a mover el pie.

Ordena tus tiempos, Sittah.

Al terminar la clase, guardé mi lentes y me dirigí a un puesto en el pequeño campus de la universidad, esos puestos de comida chatarra que son baratos y te salvan de morir de hambre.

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⏰ Last updated: Apr 24, 2019 ⏰

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