Capítulo 63

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Shen Shui Yan se despertó en medio de la noche, y cuando salió de su habitación, Chu Mu Yun también lo siguió.

Aunque tal cosa había sucedido durante el día, fingió que no había pasado nada, pero ¿cómo podría no ser afectado en absoluto?

¿Cómo podría Chu Mu Yun no estar seguro de cuán fuerte era realmente la posesividad de Codicia?

Y todo sucedió como él esperaba.

Zero: "No menospreciaré a nadie solo porque son pequeños nunca más".

Chu Mu Yun: "Incluso después de volverse pequeño, una persona loca se convertiría en una 'pequeña persona y loca'".

Zero: "Efectivamente, es la esencia de su personaje ......" Una pequeña persona loca es incluso más aterradora que una grande, ¡qué hacer qaq!

Después de hacer los arreglos apropiados, Chu Mu Yun ocultó su presencia y se dirigió a la residencia de Shen Shui Yan.

Después de terminar lo que tenía que hacer, la pequeña Codicia se quedó dormido. Chu Mu Yun empujó su puerta ligeramente y entró sin hacer ruido.

La luz de la luna se extendió como agua que fluye, como una hermosa túnica gris que cubría el cuerpo del niño. Su hermosa piel se veía muy hermosa bajo la luz, y era tan hermosa que podía calentar el corazón.

Chu Mu Yun lo observó en silencio. De pie con la luz detrás de su espalda, era difícil distinguir la expresión de su rostro.

De repente, como si hubiera soñado con algo, Shen Shui Yan se movió débilmente. Sus bonitos dedos se apretaron alrededor de un objeto delgado, y él acurrucó su cuerpo hacia un lado.

Chu Mu Yun frunció el ceño. Se acercó y vio lo que la pequeña codicia sostenía en sus brazos.

Era una túnica índigo en un estilo simple pero suelto. No estaba hecho de material blando, pero la artesanía era todavía muy exquisita.

Pero esto no era importante, el punto principal era ...... Esa túnica pertenecía a Chu Mu Yun.

Incluso él mismo había olvidado cuándo había dejado esto aquí; quizás, él ni siquiera fue el que lo había dejado, Shen Shui Yan podría haber sido el que lo dejó aquí a propósito.

En verdad ... no pudo encontrar la paz.

Sin embargo, aunque Yan Chen era similar, sus inseguridades eran completamente diferentes.

Debido a su incapacidad para obtener lo que quería, y también a su interminable costumbre de sentir envidia por las cosas maravillosas que otros tenían, Envy eligió la destrucción incesante; sin embargo, si era algo que podía obtener o no, para Codicia, lo único que le importaba era tenerlo en sus manos. Incluso si hubiera sido destruido, o si no era lo que él quería en primer lugar, incluso si esas hermosas cosas fueran destruidas por su fuerte deseo de monopolizar, Codicia todavía intentaría obtener lo que quisiera, y él querría poseerlas por completo.

Pero en verdad, Codicia no entendía realmente estos sentimientos suyos.

Era cierto que los pensamientos de Shen Shui Yan eran sinceros, pero esto no tenía nada que ver con los sentimientos.

Justo como ahora. Su corazón estaba lleno de Shen Yun, y su deseo de monopolizar era tan fuerte que podía causar temor en los corazones de uno.

Sin embargo ... No se encendió ni una sola esquina de su retrato.

La pizarra gris no presentaba el corazón solitario de Shen Shui Yan, sino el hecho de que no tenía corazón en absoluto.

Dentro de ese hermoso cuerpo había un demonio que luchaba con la inquietud. Monopolizar algo era lo que apelaba a su codicia.

Necesito Proponerme A Siete Hombres ¿!Qué Hago!? [HIATUS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora