Este cuerpo ¡No es mío!

1. Deseos Contrarios.

Ochako Uraraka, una chica noble y dulce dispuesta a ayudar a quién la necesitará, sin importar qué ella te tenderá la mano.

Pero hay un problema, no era ella, era el mundo de mierda que no lo merecía, unos amigos que se aprovechaban de su nobleza.

—¡Hey Ochako! —saludó a los lejos Mina —¿Quieres venir al parque con nosotras?

—¿Ahora? —estaba algo ocupada en ese momento para salir —No lo sé chicas, tal vez luego.

—¿Qué llevas ahí Ochako-Chan? —señaló Asui, muchas bolsas y cajas que no tenían ni idea de donde salían.

—Hatsume me ha pedido ayuda y no supe decir no —rió apenada —Las veré luego.

Se fue algo apresurada con todos los objetos que llevaba, sus compañeras se miraron algo tristes por como su amiga trabajaba.

—Hola chicas —apareció Midoriya —¿Han visto a Uraraka?

—Fue con Hatsume dijo que la ayudaría en algo —explicó Asui.

—Gracias —sonrió y corrió en dirección al laboratorio de Mei.

Las chicas siguieron su camino a sus habitaciones, en ese momento pasaron los chicos que hablaban entre  ellos.

—Es la verdad Bro —dijo Denki —Debería ser más amable.

—No lo sé, él es así y deberíamos apreciarlo tal y cómo es —argumentó Kirishima —Me agrada así.

—Lo sé Bro, Bakugou es un tipo explosivo y algo salvaje —continuó Sero —Pero si quieres llegar a algo más con él creo que si debería cambiar.

Kirishima llevaba ya unas semanas saliendo con el rubio, le agradaba tal y como era pero sus amigos insistían en que Bakugou debía cambiar.

—Iré a buscarlo —dijo decaído.

Mientras tanto Midoriya estaba deambulando para buscar a Ochako, quería recordarle que cenarian juntos.

—¡Uraraka-San! —finalmente la había encontrado, tenía muchas cajas cargando y otras flotaban —¿Qué estas haciendo?

—¡Hola Deku-kun! Bueno ayudaba a Hatsume en su laboratorio.

—Entonces dejame ayudar —sonrió y levantó unas cuantas cajas y las puso sobre la mesa.

Continuaron con la pila de cajas hasta que no hubo ninguna en el suelo.

—¿Para que me buscabas?.

—Solo quería recordarte de que hoy cenaremos juntos —la tomo de las manos con una sonrisa —Ahora me tengo que ir, prometí ayudar a Todoroki e Iida.

—¡Nos vemos en la cena! —se despidieron y Midoriya salió.

Poco después Mei entró riendo y con un par de cajas más.

—¡Ochako gracias! —agradeció con una sonrisa —Has dejado este sitio impecable, gracias a tu kosei.

—No hay de que, nos vemos Hatsume.

—Te debo un favor, si tienes un problema cuenta conmigo —le mostró el pulgar sonriente.

Salió contenta por haber ayudado, pero algo cansada. Estaba algo distraída así que chocó con Kirishima que pasaba por ahí.

—¡Kirishima-kun!, disculpa soy muy torpe —chilló e hizo una exagerada reverencia.

—¡Uraraka no te preocupes! —agitó los brazos apenado —Ha sido la mía no me fije.