Destino

¡Hola! Este día del libro quiero darles un pequeño regalo, es un relato muy pequeño que escribí como un reto para un antología, pero al final decidí regalarlo a ustedes que siempre me apoyan y leen. Espero lo disfruten y gracias por todo.

¡Feliz día del libro!

***

Hanna cerró los ojos y recargó su cabeza en el pecho de Anthony, su esposo, con una débil sonrisa en los labios comenzó a recordar el principio del fin...

Se conocieron durante un curso de verano en Nueva York, pero había surgido una enemistad con solo verse, Anthony representaba todo lo que ella odiaba en una persona, era engreído, vanidoso, mujeriego, le gustaba ser el centro de atención y lo peor de todo es que era irresistible con aquellos profundos ojos verdes, sonrisa ladeada y cabello negro, era imposible no estar un poco enamorada de él. Hanna en cambio prefería el anonimato con el cabello castaño, ojos miel y un rostro sereno, lograba pasar desapercibida por casi todos, pero parecía que a Anthony le encantaba provocarla cada vez que podía, e hizo de ese curso de verano un verdadero infierno para ella, aunque nunca admitiría que aquel beso que le dio justo el último día en el bosque marcó su destino.

—¿En qué piensas, amor? —le preguntó suavemente su esposo mientras le daba un beso en la frente.

—En lo fastidioso que fuiste cuando te conocí.

Anthony soltó una carcajada llena de nostalgia. —Solo era un idiota tratando de impresionarte.

Ella siguió recordando todo lo que vivieron juntos.

Habían pasado casi diez años desde aquel verano, y nunca supo nada más de él, pero por azares del destino cuando fue a hacerse un chequeo de rutina en el hospital, no podía creer que el doctor que la atendía era la persona que nunca pudo olvidar.

—¿Anthony? —preguntó con sorpresa.

Él parecía igual de sorprendido, sus ojos brillaron con calidez y sin esperar la abrazó fuertemente. —Hanna, no has cambiado nada —la observó de arriba abajo.

Anthony la invitó a salir, y aunque fue un desastre la primera cita porque él tuvo que irse por una emergencia en el hospital, siguieron viéndose casi a diario, poco a poco se fue formando un lazo tan profundo entre ellos, que no necesitaban palabras para comunicarse, con solo verse a los ojos sabían lo que el otro estaba sintiendo, era un amor puro, de aquellos que te roban el aliento.

Su primera vez fue un momento mágico lleno de promesas silenciosas, caricias inexpertas y un amor desmedido. En ese momento sentían que eran dueños del destino, que por fin habían encontrado su lugar en el mundo y nada se los arrebataría...

Hanna sintió la humedad de las lágrimas recorriendo su rostro. Notó como el cuerpo de Anthony se tensaba a su lado.

—¿Qué pasa? —le preguntó, era evidente la preocupación en su voz.

—Solo estoy recordando —se levantó de su pecho y lo miró directo a los ojos—. Te amo —dijo Hanna, simplemente.

—Eres mi vida —su voz se quebró y tuvo que esperar un momento para continuar—. No sé...

—Shhh —lo silenció con un beso en los labios que comenzó con una simple caricia, pero ella abrió sus labios, y él de inmediato profundizó el beso, su respiración se aceleró, y Hanna con manos temblorosas, comenzó a desabrochar la camisa de su esposo.

—¿Estás segura, amor? —logró decir Anthony, separándose un poco para poder verla con las mejillas sonrojadas y la respiración acelerada, ella solo asintió y lo atrajo de nuevo a sus brazos. Hicieron el amor de forma lenta, entregando cada parte de su alma y ser en cada beso y caricia.

—¿Te quieres casar conmigo? —preguntó Anthony, poniéndose de rodillas en la arena, estaban cenando a orillas del mar con música de fondo. Eran los únicos en aquel lugar.

Hanna asintió con la cabeza frenéticamente, mientras sus ojos se llenaban de lágrimas y se lanzaba a los brazos de su prometido, cayeron a la arena en medio de risas y besos.

—Estoy cansada —murmuró Hanna, observando su mano entrelazada con la de Anthony.

—Descansa, aquí estaré cuando despiertes —contestó su esposo, estrechándola contra él. Ella se quedó dormida de inmediato y él dejo que las lágrimas que hasta el momento había aguantado, se le escaparan, se sentía impotente, odiaba el destino que les estaba arrebatando todo.

Unos toques en la puerta lo sacaron de su estado, los cubrió con una sábana y dijo—: Adelante. —En voz baja para no despertar a su esposa.

Entró una enfermera con una sonrisa triste en el rostro. —Es la hora del medicamento de su esposa, Doctor.

—Déjalo ahí, se acaba de dormir. Tiene que descansar un rato —observó las ojeras que cubrían su rostro, y quiso gritar de impotencia y rabia.

La enfermera salió discretamente, dejando sola a la pareja, no sabía cómo apoyar al doctor ni a su esposa, era doloroso ver el amor reflejado en sus ojos y observar como de a poco se iba apagando la vida en su mirada, sin poder evitarlo.

Anthony no recordaba por cuánto tiempo estuvo observándola, pero se sentía incapaz de perderla de vista. Su corazón estaba destrozado desde el día que le entregaron los resultados de la tomografía y se dió cuenta que tenía cáncer de páncreas y que estaba demasiado avanzado para poder hacer algo.

Sabía que era cuestión de días para decirle adiós al amor de su vida, y el dolor estaba acabando con él, no podía soportar ver como ella se iba ante sus ojos, y no poder hacer nada. Ella había insistido que no pensara en el adiós, sino en todo lo hermoso que habían vivido, pero cada día que pasaba era más difícil pensar con claridad.

—Amor —escuchó el susurró de Hanna, la miró a los ojos y supo que estaba a punto de enfrentarse al momento más doloroso y cruel de su vida.

—Descansa, bebé —dijo con la voz estrangulada sin aguantar las lágrimas—. Juro que te volveré a encontrar a donde vayas.

—Te amo, Anthony.

—Y yo a ti, mi vida. Este es un hasta pronto, no un adiós, siempre estarás en mi corazón.

Poco a poco los ojos de Hanna se cerraron con el último aliento, Anthony la abrazó contra él sin poder aguantar el grito de dolor que salió de sus labios.

FIN

Acerca de Becca Berger

Sus novelas:

Complicated.

Segundas Oportunidades.

Desertion.

Próximos Proyectos:

Retribution.

Sin Alas.

El novio de mi jefe.

Mentiras Piadosas.

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