Capítulo 18

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Una vez en la estancia, la joven comprobó que la puerta principal está cerrada con llave.

—Sería demasiado fácil si no lo estuviera —comentó—. Ahora mis opciones son esa puerta —dijo señalando una habitación de la que no se había percatado antes—, el piso de arriba o... ¡esa escalera! —musitó sorprendida, al ver una escalera semioculta detrás de un librero y que daba a un piso de abajo.

—Supongo que es un sótano, pero, ¿por qué esconderlo? —se dijo la joven.

Aun así, antes de explorar una nueva planta de la casa, la chica decidió terminar de revisar en la que ya estaba, abriendo la nueva puerta descubierta.

—Otro baño —dijo para sí, un poco decepcionada. La joven se adentró en la pieza, buscando alguna nueva pista que le dijera que clase de habitantes había en esa casa.

—Más medicamentos —exclamó al abrir el botiquín detrás del espejo del lavamanos—. ¡¿Qué diablos hacían en este lugar?!

Saliendo del baño y entendiendo que el único camino no explorado era hacia el sótano, la joven se dirigió hacia la pequeña escalera.

—Parece la entrada al infierno —musitó con miedo, mientras empezaba a descender por el oscuro lugar.

Una pequeña ventana alta permitía que un poco de luz de luna entrara en el lugar, aclarando apenas lo suficiente para que la chica viera con horror unos pesados grilletes de metal unidos con cadenas a las paredes.

—¿A quién tenían aquí? —musitó, acercándose, al tocar uno de los grilletes, una eco profundo y lúgubre de llanto comenzó a sonar.

"Puede el amor lastimar tanto..." dijo una voz en el oído de Samanta, quien se giró asustada para descubrir que no había nadie.

—Esa voz... era tan triste —pensó la joven, sintiendo mas zozobra que miedo, y sin entender por qué, una profunda melancolía embargó su ser, provocando que gruesas lágrimas rodaran por sus mejillas.

—¿Por qué siento que ya conocía esa voz? —pensó la joven—... ¿quién eras?... y... ¿qué te hicieron?...

Al comprobar que en aquel sótano ya no había nada que revisar, la chica decidió subir escaleras arriba, pero un destello arrancado por la luna, la hizo girarse hacia uno de los rincones.

—¿Qué es eso que brilla ahí?

¿Debería Samanta acercarse a revisar? Si eso es lo que crees, debes ir al capítulo 20

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¿Debería Samanta acercarse a revisar? Si eso es lo que crees, debes ir al capítulo 20.

Ahora que si piensas que Samanta debería seguir su camino escaleras arriba, ve al capítulo 21.

Samanta y la casona en la colinaWhere stories live. Discover now