Capítulo 22: El Inicio del Fin Parte II: La Última Batalla

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Los pétalos de las flores jugaban con su cabello mientras esencias variadas y dulces impregnaban su nariz. Dirigió su mirada al cielo provocando que el sol radiante la encegueciera por un breve momento. El sonido de las cigarras en pleno verano invadían los campos con su melodía, trayéndole paz y serenidad. Se sentó en el césped sintiendo la fresca brisa de verano cuando escuchó su nombre.

–¡Blaze!– gritaron para llamar la atención de la felina, regresándola a la realidad –¿Me estás escuchando?– reprochó molesto. Con un suspiro pesado la felina se puso de pie y asintió con la cabeza –Bien, pon atención que es importante. Te hablaba sobre las Sol Emeralds, recuerda que es tu misión que estas gemas permanezcan ocultas de cualquier mal.

–Lo sé padre– asintió la pequeña.

–Sé que aún eres muy pequeña para entender esto, pero algún día el mundo puede necesitarlas.

–Pero no sé donde están.

–Si se es requerido, ellas mismas aparecerán.

Blaze soltó un pesado suspiro, pues ella nunca en su vida las había visto. Su padre y su madre le había llenado la cabeza con cuentos de lo grandiosas que eran esas gemas, pero sin jamás pruebas de su existencia; lo único que ella sabía es que sus poderes eran debido a éstas y por ser la primogénita de su familia su deber, cuando fuera mayor, sería cuidar de ellas.

–"Es la última esperanza"– pensó.

Nubarrones ocultaron el sol y vientos helados azotaron la tierra. Blaze notó cómo el césped empezaba a tornarse oscuro y quebradizo; escuchó a las aves huir y un silencio mortal se asentó junto a ella. El temor recorrió su cuerpo cuando un sonido familiar llamó su atención. El crepitar del fuego arder a la distancia. Fijó su vista al horizonte en donde una ola de fuego consumía todo a su paso, y una voz sobresalió sobre toda aquella destrucción.

–Es hora.

.-.-.-.-.-.-.

Despertó de golpe sintiendo su respiración agitada. Yacía en el suelo frío metálico que vibraba por las constantes explosiones. Vio a sus alrededores desubicada por un momento hasta que pudo observar a Silver parado a unos pocos metros de distancia de donde ella estaba; él tenía una expresión dura con su mirada en penumbra. No estaba segura qué estaba pasando, hasta que una explosión llamó su atención. Se sentó lo mejor que pudo con sus pocas fuerzas y vio que estaba en aquel almacén de donde habían intentado huir. Blaze sintió el fuerte viento de la noche que iba muriendo para darle la bienvenida a la mañana. Poco a poco los rayos de sol empezaron a bañar la ciudad de plata que Eggman se había esmerado en construir. El reflejo de las casas la encegueció brevemente hasta que la sombra de un robot pareció cubrir todo.

–El emperador...– musitó la felina.

–Bien Silver, ya sabes qué tienes que hacer– escuchó decir a un erizo verde. Blaze no estaba segura de lo qué estaba pasando, pero la presencia de Wave la hizo estremecer y el implacable deseo de salir corriendo vino a ella nuevamente.

–Aunque claro, si lo prefieres nuestra felina amiga nos puede ayudar– señaló Wave divertida. Quiso pararse y salir de ahí a toda velocidad, pero al intentarlo volvió a caer al suelo. Ninguno de los tres dijo nada, parecía que su presencia era completamente invisible. –¿Entonces qué decides?

–"¿Qué está pasando?"– pensó Blaze confundida. Observó fijamente a Silver en espera de algún tipo de explicación, hasta que de sus labios un débil susurro pudo ser escuchado.

The Darkness DreamWhere stories live. Discover now