Vigésima tercera parte.

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—Yo no sé hablar griego —rio Jisoo ante la propuesta de Jennie y Lisa de pasar las vacaciones de primavera en Mýkonos.

—Yo no hablo tailandés y me llevaste a Tailandia —sonrió Jennie, tratando de defender el lugar, todo por querer complacer a Lisa.

—Ya, ya, no se peleen —intervino Roseanne, ofreciéndoles un Martini—. La solución es simple —ambas se giraron a verla con expresión de confusión, ¿desde cuándo Roseanne tenía voz y voto en ese tipo de planes? —. Jennie y Lisa tienen dos semanas de vacaciones, yo tengo diez días laborales, que es lo mismo, y tú, pues... —dijo, viendo a Jisoo—. Depende de lo que decidas hacer con tu trabajo, creo que podrías pedir para completar y, en ese caso, creo que más de una semana postradas en Grecia...

—Rosé tiene razón —dijo Lisa mientras se secaba las manos en su falda, viendo que Jennie la veía con sorpresa, pero no supo si era por su intervención o por darle la razón a Roseanne o por estarse secando las manos en su falda—. Mýkonos basta con tres o cuatro días —sonrió, tomando el Martini que quedaba en el desayunador de la cocina de Jennie.

—Jen, es un sabotaje —rio Jisoo a carcajadas, chiste que sólo Jennie y ella entendieron—. Está bien, pero yo no voy a volar quince horas a Europa para estar tres días nada más.

—Chu, a lo que se refieren es a algo que se llama "múltiples destinos" —Jennie volvió a verla con expresión: "no cabe duda que eres especial".

— ¡Exacto! —exclamó Roseanne—. Hagámoslo en múltiplos de tres porque somos cuatro.

—Eres tan inteligente, Rosé —rio Jennie con sarcasmo—. ¿Entonces qué? ¿Cada quien escoge una ciudad o pueblo o lo que sea?

—Yo quiero ir a Venecia —dijo Jisoo, haciendo que todas las miradas se volvieran a ella—. ¿Qué?

—Se nota que Hollywood te lo sembró y te crecieron raíces —sonrió Jennie—. Es...feo y lleno de turistas —murmuró.

—Entonces vamos a Islandia, ahí no hay ni un jodido turista —rio Jisoo. A Lisa le pareció que la conversación se estaba volviendo un tanto intensa y acalorada, que terminaría en una "pelea de perras" pero no, esa era la naturaleza de discutir las cosas.

— ¿De verdad quieres ir a Venecia? —preguntó Lisa, viendo de reojo a Roseanne, algo que hasta ahorita comprendo que estaba planeado.

—Sí, además... tu tatara-tatara-tatara-uuuu-buelo construyó el puente de Manoban, ¿no? —preguntó Jisoo.

—No —rio Lisa—. Se llama así por la zona en la que está, pero lo construyó Barattieri y lo reconstruyó no-sé-quién... pero ese ancestro que tú mencionas era el dueño del Comercio de Manoban.

—Oh... —suspiró Jisoo, sabiendo que la ficha de Project decía otra cosa, aunque claro, podía estar equivocada, después de todo, era sólo un nombre, quizás por asociación errada.

—Jennie, ¿a dónde quieres ir tú? —preguntó Roseanne, haciendo más Martinis para aquellas chicas, las únicas a las que amaba, pasaría por otra cosa de no estar comprometida con Jisoo y amarle tanto.

—Responde tú primero —le dijo con una mirada divertida.

—Pues, yo quiero ir a Roma, sería una bonita oportunidad de conocer a tu mamá y a la mamá de Lisa —dijo sonriente, y sí, Lisa y Rosé lo habían hablado en secreto, al igual que como Lisa le había sacado a Jennie en qué auto quería Jisoo que la llevaran a la Iglesia.

— ¡Amor, eres tan inteligente! —gritó Jisoo, considerándola como tal, pues la idea era realmente interesante, menos para Jennie, pues en Roma no sólo estaba su mamá, sino también Franco... uh... perdón, su papá.

Arquitectura  → jenlisaWhere stories live. Discover now