Cap 5

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06/05/1853

Eran las 12:00 am se escuchaban unos ruidos en el sótano eso hizo que Cattleya se despertara ella salió de su cuarto bajo las escaleras y se escuchaba más fuerte, sea acerco a la puerta del sótano y se percató que de ahí venían, un escalofrió recorrió su cuerpo al escuchar unos gemidos de dolor, abrió despacio la puerta y bajo las escaleras lentamente para no hacer ruido las lágrimas la azotaron al ver que era su padre el que estaba haciendo los ruidos se asomó más y vio a la sirvienta Isabel amarrada de los brazos y piernas solo con ropa interior, tenía muchos moretones y cortes por todo su cuerpo –Ah Isabel eras muy hermosa, ahora mírate si tan solo no me hubieras contestado así ayer, no pasarías por todo esto- dijo tocándole el rostro y sonriéndole. Retrocedió cuando vio esa escena, sintió una mano sobre su hombro, volteo para ver quién era vio a su abuela, la agarró del cuello y la tiro donde estaba el padre – ¿No puedes cerrar con llave Edgar?- pregunto molesta, el vio a su hija tirada en el suelo – ¿Qué haces aquí Cattleya?- pregunto limpiando un cuchillo –escuche unos ruidos, me desperté y baje haber de que se trataba- dijo levantándose – Bueno creo que ya era tiempo para que supiera que es lo que hacemos con las sirvientas desobedientes, que nos ayude para terminar con el dolor de Isabel- hablo la abuela, la menor miro con temor ya que ella no quería ser tal cosa, el padre le dio un cuchillo –Vamos hija, sirve de algo- dijo seriamente – no , no lo hare- dijo mirando a Isabel con un dolor inmenso-¡ES UNA ORDEN, MATALA!- grito acercándose a ella, la agarro y la empujo hacia la sirvienta, con la poca energía que ella tenía miro a Cattleya una lagrima rodo por su mejilla, la menor soltó el cuchillo-No lo hare- el padre se cansó agarro otro cuchillo y la mato el –Tu sí que no sirves para nada- hablo su abuela –No me importa, pero ella no merecía morir – dijo mirando a su abuela fijamente -Niña insolente- dicho esto le iba a pegar pero agarro el brazo de su abuela, quien se enojó más cuando hizo eso, el padre se percató de eso y la agarro del pelo – ¡NO VUELVAS A RETENER LA MANO DE MI MADRE!- grito, la soltó del pelo y hiero el estómago de su hija haciendo una línea en la cual no tardo mucho para salir sangre, ella se tocó la herida y vio la sangre, salió corriendo a su habitación para poder curarse.

No por nada las personas tiene problemas mentales

Familia CastilloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora