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Ya habían pasado varias noches, dándole a entender que este extranjero no solo estaba en Corea de vacaciones, o si no ya no se lo habría encontrado. Esa idea de ya no dirigir y vigilar sus sueños le afecto un poco, pues debía admitir que era interesante y divertido.

Notaba que, en todos los sueños, este joven parecía querer buscarlo en los escenarios que creaba su inconsciente, pero el dios recurría a cambiar de formas y observar desde una distancia prudente al humano, quien lucía muy adorable siempre con distintos conjuntos de ropa.

En esta noche, el sueño estaba ligado a algún recuerdo de ese día. A veces sucedía y le causaba curiosidad ver como estos se deformaban por los otros elementos de inconsciente del soñador o cuando él mismo intervenía. El problema, era que no tenía tanto poder sobre este tipo de sueños, tan solo ayudaba a materializarlos y después revisar que no se transformara en pesadilla a menos que quisiera.

El escenario era una biblioteca, en donde al observar mejor por el tipo de personas que habían, además del pequeño detalle de sus rostros borrosos, era que andaban con mochilas o estudiando algo. Era la biblioteca de una universidad, así que se imaginó que el niño dueño del sueño, era universitario.

Notaba un sentimiento desagradable en el ambiente, por lo que no era un recuerdo agradable para el extranjero de ojos bonitos.

Estaba tranquilo frente a un estante de libros, como si buscara alguno, observando por entremedio de este al castaño, quien caminaba hacia el fondo de la biblioteca buscando algo. Sonrió divertido cuando este se detuvo de golpe al llegar a los estantes de más al fondo, dando la vuelta con la cara roja de vergüenza. Este al ir de regreso, paso a su lado.

- ¿Cómo hay gente que puede hacerlo en la biblioteca? – Murmuro avergonzado, pasando por su lado para revisar en el estante en el que el hermano de Morfeo estaba fingiendo buscar algo.

Lo ignoro y tomo un libro cualquiera para ir a una de las mesas, pero una mano extrañamente cálida y gentil le toco el hombro en unos suaves golpes.

- Disculpa, ¿Te conozco? – El dios abrió sus ojos con sorpresa, mirando por sobre su hombro al joven, sorprendido de su buen coreano y joder, su voz cuando no cantaba era hermosa, fue como una dulce caricia en sus oídos. Además, nunca lo había visto de tan de cerca y pudo notar esa tímida sonrisa y profundos ojos adornados por adorables bolsas abajo.

Abrió sus labios, extrañamente tímido, pues nunca le habían puesto atención o lo tocaban en los sueños mientras mantenía su apariencia original, pues a veces intervenía fingiendo ser algún conocido del humano dueño del sueño.

Un fuerte sonido que vino desde el fondo del pasillo, de donde venía el extranjero, interrumpió el sueño. Un gemido.

Despertó al llegar a su fin el sueño.

El rubio no pudo evitar reír al pensar que el pobre universitario presencio a otras personas teniendo sexo en la biblioteca. Se veía tan puro y adorable. Le daba curiosidad como serían sus sueños húmedos...

Se sentía ansioso y aburrido al tener que esperar a que este humano se volviera a quedar dormido.

Morpheus' brother (JIHAN)Where stories live. Discover now