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Pasaron otras noches, otros sueños en los que se sentía extrañamente nervioso y tímido, así que evitaba a este niño. Pero no podía siempre huir, y menos por cómo era el sueño en esta ocasión.

El escenario se materializo como un enorme y hermoso jardín, lleno de flores y que faroles iluminaban junto a la luna el lugar. Era muy extraño, pues no veía a nadie.

Busco el núcleo del sueño, en donde tras un tiempo, lo encontró.

El joven de cabello castaño se encontraba nervioso en lo que parecía una cena romántica, pero las velas parecían estar consumidas y los platos vacíos.

Hecho un vistazo a su alrededor esperando encontrar alguna pista de que se trataba aquello, pues todos los sueños tenían un propósito que complacía o atormentaba al dueño.

Al no encontrar algo que le ayudara, dio un paso en dirección al extranjero, quien pareció recién escuchar sus pasos, ya que levanto de golpe su cabeza que antes estaba baja, dándole un aire melancólico.

Se congelo a medio camino por la resplandeciente sonrisa que le dedico el joven, que se puso de pie y movió un poco hacia afuera la otra silla que estaba en la mesa, invitándolo a sentarse.

- Pensé que no ibas a llegar – Eso lo confundió y miro hacia atrás y a sí mismo, esperando descubrir a otra persona o que su apariencia haya cambiado por el sueño sin darse cuenta – Ven, no hay nadie más que tú – Pidió con una triste sonrisa. Definitivamente al dios no le agrado notar tristeza en su cara, así que fue a sentarse a la silla que este había movido para él.

El de grandes ojos felinos tomo asiento en donde antes estaba, con sus ojos brillando de emoción al encontrarse frente a frente con el rubio. Las velas parecieron crecer hasta estar como nuevas, dándole el toque de lo que parecía una cena romántica.

El de ojos avellana no sabía que decir o hacer, pues nunca había estado en ese tipo de situación. Siempre interpretaba un papel guiándose de lo que deseaba escuchar el humano dueño del sueño, o controlaba de lejos a un "maniquí" que creaba. Sin embargo, nunca la persona en cuestión lo había buscado a él, teniendo tal control en los sueños que creo el escenario perfecto e ideal para esto.

- M-Mucho gusto, me presento, soy Joshua Hong, o puedes llamarme Jisoo – Hizo una torpe reverencia desde su asiento, donde casi se golpea la cara contra la mesa. El dios menor reprimió una risa, feliz de al fin saber el nombre del joven que había captado su atención - ¿Cuál es tu nombre? – Cuestiono con interés el castaño al sentarse correctamente, sus ojos brillando de interés.


Rebusco por encima nombres que conocía el joven, esperando que cualquier cosa sirviera y sin necesidad de verse más envuelto de lo debido con un humano - Vernon - Respondió con total calma, sabiendo que podría engañar a cualquiera con su nivel de actuación. Bueno, eso pensaba.


El castaño frunció el ceño y soltó una leve risita - Buen intento, pero me parece mucha coincidencia y no tienes cara de... "Vernon" - Explico de forma algo ambigua pero segura. Se acomodo de nuevo bien en su silla para mirar fijamente al rubio, dejandole claro que reconocería si mentía tan descaradamente - De nuevo. ¿Cual es tu nombre? - El dios reprimió un suspiro de fastidio y sorpresa. Claramente Joshua era interesante, así que, quizás seria divertido hablar un poco con él.

Entreabrió los labios, pensando en un nombre. El que había recibido por sus padres era uno que no usaba hace mucho, además de que sonaba extraño luego de haber pasado custodiando el sueño de los habitantes de Corea gran parte de su existencia. Frunció el ceño al rebuscar entre todos los nombres bonitos y de origen coreano que había escuchado en su vida, y que ademas "tuviera cara de...". Sonrió al dar con uno – Jeonghan – Logro decir al fin.

El extranjero abrió sus ojos con emoción, pero estos se volvieron media lunas al sonreír alegre de satisfacer su curiosidad. Este tosio un poco para recomponerse y estar en una actitud más seria. Apoyo sus antebrazos en la mesa y fijo sus ojos en el rubio, poniéndolo nervioso.

- Bueno, Jeonghan, yo no te conozco y si te hubiera visto alguna vez, estoy seguro de que te recordaría por como luces – El dios trago saliva ansioso, extrañado por la actitud del menor – El tema es que siempre apareces en mis sueños, brillando ante mis ojos, pero en cuanto despierto, te olvido hasta que vuelvo a soñar – Explico con calma el menor.

El de ojos avellana sonrió con tristeza ante eso, pues en un inicio cuando empezó su trabajo, no sabía de ese detalle y se encariño innecesariamente con ciertos humanos, a quienes hasta visito en persona, pero el dolor de no ser reconocido le enseño a mantener distancia. El castaño frunció el ceño mientras escudriñaba aún más al ser tan perfecto sentado frente a él.

- ¿Qué eres? – Jeonghan apretó la mandíbula, ¿Sería peligroso este humano si supiera la verdad? Sus dudas desaparecieron en cuanto este siguió - ¿Eres un ángel? -

Pestañeo rápido ante la pregunta. Un ángel, ¿él? Quería reírse por lo absurdo que era, pero notaba la seriedad e ilusión en los ojos de Joshua.

- ¿O quizás un incubo con apariencia inocente? – Cuestiono de nuevo, demasiado concentrado en buscar alguna respuesta.

- ¿Por qué piensas eso? Eres divertido – Se apoyó en la palma de su mano, mirando con ternura al universitario, quien al fin dejo su modo pensativo para volver a fijarse en el rubio. Boqueo avergonzado, no sabiendo que decir, pero pareció encontrar las palabras en el rostro de Jeonghan

- Eres demasiado hermoso como para ser humano – Explico, tomando sus manos que estaban apoyadas en la mesa.

El dios no sabía lo grandes y confortantes que eran las manos de Joshua hasta que las tuvo sobre las suyas. Era consciente de su atractivo, pero nadie se lo había destacado desde hace tiempo y menos siendo tan directo y sincero.

Antes de que pudiera decir algo, un ruido, o más bien una voz, resonó como un eco en el sueño.

"Jisoo-hyung"

El nombrado pestañeo confuso mirando a su alrededor hasta que el sueño se interrumpió porque lograron despertarlo, quien sea que fuera.

El ahora dios nombrado Jeonghan, despertó alterado, llevándose una mano a su corazón.

Ese humano era muy raro.

Morpheus' brother (JIHAN)Where stories live. Discover now