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Jeonghan estaba aburrido, a veces tenía que esperar mucho para que Joshua se volviera a dormir.

Ese humano no respetaba del todo las horas de sueño, quizás era de esos niños malos que se iba de fiesta hasta la madrugada y bebía, quedando más inconsciente que dormido.

Descarto esa idea, pues lucia muy bueno como para eso.

Recordó entonces que era un universitario, así que quizás trasnochaba estudiando para exámenes o haciendo trabajos. Eso calzaba más con la imagen del niño de ojos adorables.

Lo bueno es que en cuanto este se dormía, veía a un Jisoo de inmediato buscándolo con la mirada, asustado. En cuanto Jeonghan ya estaba satisfecho de verlo dar vueltas y vueltas, se aparecía frente a él con tranquilidad, recibiendo una sonrisa de alivio.

"Me da miedo que algún día desaparezcas porque no sé cómo recuperarte" Le decía siempre, derritiendo un poco el corazón del dios.

Jeonghan era curioso y algo travieso, así que luego de pensarlo un poco, no veía necesario alejarse de ese humano, así que decidió acercársele. Sería una buena entretención mientras tanto, pues igual su trabajo era algo rutinario.

Eso debía ser, solo una distracción de su trabajo.

Pero empezaron a conversar, a conocerse, donde Joshua quien era americano, le contaba cosas sobre la sociedad en la actualidad, poniéndolo al día y saciando todas sus preguntas. Jeonghan solía saber una pincelada de las cosas a través de los sueños, pero con paciencia, el humano le explico y conto de todo lo que quisiera saber.

Se sorprendió de que luego de una época en la que era tan rechazado y repugnante la idea del amor entre personas del mismo sexo, el mundo empezara a aceptarlo de nuevo, comprendiendo que el amor no se limitaba al cuerpo del otro, si no a su corazón. Jeonghan siempre fue mente abierta por cómo eran en la antigua Grecia, por lo que estaba decepcionado con los humanos cuando cayeron en ese odio sin fundamentos. Estaba aliviado de que Joshua le diera esas buenas noticias y que de hecho pensara igual que él.

Era fascinante el poder sentarse a abrir tu corazón con otra persona, poder hablar hasta el cansancio y ser escuchado con atención, para después hacer lo mismo con la otra persona. Los dos estaban sinceramente interesados en el otro. El dios hace mucho no podía conversar tan tranquilamente con otro ser.

A veces se reunía con algunos de sus tantos hermanos, pero todo era caótico y movido, donde acababan más bebiendo que conversando de temas interesantes.

Claro, no todo eran cosas serias, pues aprovechando la ignorancia del otro sobre sus culturas y costumbres, de vez en cuando mentían para tan solo acabar riendo en la cara del otro por lo ingenuo que era.

Eran horribles las horas de espera hasta que Joshua se quedara dormido, pero cuando lo hacía, cada segundo valía la pena, pues se sentía tan vivo a su lado.

Luego de una noche en la que paso más tiempo concentrado en los ojos oscuros de Joshua, se dio cuenta de cuan vacío se sentía cuando este tenía que despertar. Cuanto deseaba saber cómo sería ser amado por ese humano que le dedicaba miradas tan dulces y tímidas.

Se suponía que solo dejaría el profesionalismo de lado para entretenerse, no para caer ante los encantos de ese niño, pero eso era imposible, pues era simplemente tan hermoso, alguien que podría ser lo que el dios se rindió de encontrar hace mucho tiempo. Un amigo y un amante.

Sabía que Joshua se sentía igual, porque lo pillaba con sus ojos brillando en su dirección, pero al verse descubierto, fingía que nada había pasado pero sus orejas en un tono más rosado lo delataban. Generalmente las personas al conocerlo más, se alejaban o se daban cuenta de que seria solo un muy buen amigo, pero en el caso de este humano, caía cada vez más enamorado.

Morpheus' brother (JIHAN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora